En verdad, se mueve

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lavrenti
Este último fin de semana, unido a la noche de hace unos días en Ritmo y Compás, han vuelto a generar en mí una gran euforía ante la situación de la música en este territorio fragmentado en lo político pero hermanado en lo musical que se hace llamar España!

Tao Te Kin presentaban el viernes El pájaro que da cuerda al mundo junto a Anteia en La Boite con una respuesta entregada del público, y el sábado llegaban standstill para llenar Joy Eslava hasta el segundo anfiteatro con la colaboración de Charades, mientras Nancy Hole creo que arrasaban presentando su Ángeles.


Un par de semanas antes habíamos asistido a la brutal descarga del trío de grupos catalanes Vórtice, Warchetype y Cuzo. Estos últimos, a la sazón los primeros, nos acercaban su visión instrumental, progresiva y heredera de los setenta, del doom con temas que suponemos de su reciente lanzamiento, Amor y muerte en la tercera fase. Con batería y bajo de Warchetype y guitarra de Lords of Bukkake, su desempeño, no sabemos hasta que punto improvisado por no haberle echado un oído a su disco, en la mesa de efectos, resultaba intrincado, sugerente, poderoso y, hasta cierto punto, descarado.


Había ganas de reencontrarse con Warchetype, tras dos grandes conciertos anteriores con Orthodox, Moho y, los anteriormente citados, Lords of Bukkake (menuda muro de sonido fue aquello), y conocer de primera mano las evoluciones de la banda tras la salida de Iban y el ejercicio en el micro de su bajista. Nos encontramos ante una versión mucho más oscura y dura del doom de esta gran banda. Espeso (esto es un halago), inextricable y emocionalmente arrasador. Aún queda mucho por conocer de los que son, he de suponer, nuevos temas así que esperamos con ansia los próximos movimientos.


Y al filo de la medianoche llegaba la oportunidad para mí de conocer a Vórtice, grupo que sólo había podido sufrir a través de su myspace. Prometedora era su actuación si se atenía al lema que reza allí, como un muro de hormigón. Con Human Engine, primer disco, reciente; el desarrollo cortante de su música, la profusión de platos de sus baterías, y la poderosa voz de Llubet nos prodigaron espacios inmensos para el padecimiento. Eternal Insanity es una de las espirales en que podrás sumergirte si visitas su espacio o les vas a ver hoy mismo junto a Cult of Luna en la sala Apolo 2.

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El concierto del viernes fue diferente puesto que, aunque enfrentándonos a cuestiones trascendentales de nuestra forma de encarar la realidad y lo emocional, el rock con el que nos encontrábamos tendía más al fulgor que a la ruptura de tensiones estructurales. Anteia es un proyecto relativamente joven, nacido en 2007, que tuvimos la oportunidad de conocer directamente en concierto y que nos dejó buena impresión.

Basado en la potente y melódica voz de Will y los vitalistas riffs de Hapy, destacaría la combinación de las voces en los coros habituales de su bajista, Iván, y la poderosa base rítmica impuesta en la batería por Chus. No es forzado sino que es casual; el tema que más recuerdo de su actuación es precisamente Perdida en la memoria, presente en su myspace... desata mi alma.


Era el momento de que el pájaro irrumpiera en el escenario y retomáramos el camino de la Virtud que habíamos abandonado por un tiempo (aunque hubiera comisarios de muzike en la anterior presentación del disco :P) después de seguirlo por todo su World Tour. Conocimos a Tao Te Kin un lejano día en un prácticamente desierto local de Fuenlabrada y resulta hasta cierto pasmoso ver como han desarrollado su sonido y recabado el apoyo de un público que se mostró en todo momento entregado. Entre medias ha habido hasta una (tentativa para mí ya que me quedé parado en el control) actuación en Festimad.

Ahora que les tenemos con disco, publicado por Lengua Armada y con promoción de Nooirax Producciones, tengo que decir que son muy grandes!. En estudio, pero mucho más en directo. Soy absolutamente incapaz de recordar los nombres de las canciones y su orden, así que habremos de contentarnos con que sonó lo que tenía que sonar; cada elaborado pasaje de guitarras, cada sorpresivo cambio de ritmo y aquesta tremenda voz. Todos los temas, que para mí eran nuevos, como El pájaro o Circoloquio, y los himnos como Miniego, Ajedrez o Deja Vu sonaron potentes, encajados y, como era de esperar, amplios en imaginación. Hubo espacio incluso para presentar un nuevo tema, que Ismael se destapara en el cajón y para que David de Evohé cantara a dúo La Distancia.


Los bises fueron recibidos con exaltación y Emilio acabó desgañitándose entre el propio público. Era tal el ambiente que se necesitaba un tema más pero los cerrados horarios de los locales lo impidieron. Lo dejaremos pendiente para la siguiente ;) Todavía nos veremos el 12 de junio en Valencia o el 13 en el Abraxas de Benidorm; y si leeis esto no penséis que es un mero vacile ya que igual os lleváis una sorpresa como la de Trobar de Morte al vernos aparecer en Leipzig. ¿¿¿Y ese final de autoalabanza?? TAOTEKIN! TAOTEKIN! xD

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El apoteosis, o el apocalipsis en lo emocional, se terminó de pergeñar en torno a nosotros en Joy Eslava, ya dicho que estaba repleto, con standstill. Resultó una pena que por un despiste con los horarios sólo pudiéramos llegar a ver los problemas técnicos de Charades y su último tema. Dos teclados, bajo, batería y voz para una joven formación de pop de Madrid. Os dejamos su myspace.


Previsor fui para llevar un cuaderno en que apuntar las canciones pero no para ocupar un sitio privilegiado así que las fotos resultan algo lejanas pero os podrán hacer una idea de la magnífica puesta en escena. Fue un concierto plento de emoción, sentimientos, y una inusitada entrega y alegría por parte de público y banda.

Comenzó con 1,2,3, Sombra rompiendo el silencio de forma justificada para dar paso a una de mis favoritas... haré mención a las mismas pero que se circuscriben a este mismo momento ya que van variando en función de motivos desconocidos... Poema nº3. Y así se fueron alternando temas de los dos discos, todos tan bien conocidos, Yo soy el presidente de la comunidad, Por todas las cosas y Por qué me llamas a estas horas. Para entonces la inmensa mayoría del público ya coreaba todas y cada una de las líneas de las extensas letras... mientras el universo ronca... No os sobrecogéis al oir no te importa oir mi voz?.


Alcanzábamos el fondo con la apabullante Noticias del frente para palmear con el principio de Víctor San Juan y crear las condiciones (socio-culturales) para la llegada de la acústica Dead Man Picture. Volvíamos a entrar en el torrente con la tendencia al loop de G.M. y aunque se anunciase el final de la noche en El porqué de hablar solo quedaba mucho por delante, como el sincero agradecimiento expresado por el grupo hacia el equipo técnico. Aire (otra de mis favoritas) nos retrotraía a bellas imágenes de un pasado cercano (creo que todavía presente), hasta encontrarnos de bruces con el presidente de la comunidad de nuevo, previo a La mirada de los mil metros. Ya sólo quedaba 1, 2, 3, Sol para la hecatombe emocional... de veras que hoy puede ser un buen día. Me pregunté, ¿puede un grupo regalar un tema más grande que éste a su público?

Gracias por venir a Joy Eslava.

Los primeros bises se abrían con un tema que, como me encargué de recalcar en el momento, me pareció extremadamente malo la primera vez que lo oí pero que fue arrebatando mi alma poco a poco, Feliz en tu día que dió paso al alborozo de sus seguidores de primera época, pero que no he llegado a oír más que en directo porque, como decía, les conocí con standstill. La risa funesta nos enfrentaba de nuevo a la inquisidora mirada en el espejo y se producía una nueva despedida con 88:88 (que ha sido favorita hasta hace bien poco) mientras caía confetti.


Pero había ganas de más, no nos podían dejar sin... Sí, quiero (la que más!). El final habría de llegar con Cuando pero, suponemos, que la emoción hizo trastabillar a Enric en la letra y así llegó una situación inédita para el grupo, la presentación de sus componentes. Con la entrada de la batería continuó el tema mientras volaban entre el público y los músicos unos globos gigantes. Así llegamos a una despedida memorable que marcará el final de esta crítica de un esperanzado articulista que se repite mentalmente... Cuándo será la próxima? Cuándooo?.

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