Cobalt, supervivencia del mamífero alcoholizado

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lavrenti

Cazo porque, mientras mate o vea matar, no me mataré a mí mismo.
Ernest Hemingway


Conocí a Cobalt a raíz de la promoción de su tercer disco que hoy tenemos entre nosotros, Gin. Lo presentaban como uno de los proyectos más originales de la escena undeground extrema de Estados Unidos, y nos advertían de la gran acogida (entre un público reducido) de sus dos trabajos anteriores, War Metal y Eater of Birds.

El dúo, formado por Phil McSorley y Eric Wunder, suele ser relacionado inicialmente con la escena black, suponemos que fundamentalmente por la voz de Phil, pero pronto queda claro que no cumplen con ninguno de los tópicos de la escena, ni siquiera musicalmente donde se pueden sacar referencias muy variadas. En el sello, y en consecuencia en muchos medios, los relacionan con Neurosis y Swans, aunque he de decir que esto me suena a recurso fácil ya que Erik es uno de los baterías de Jarboe en gira y ella ha colaborado tanto en este disco como en el anterior. Es cierto que tienen temas con un desarrollo psiquedélico acentuado pero no me parece suficiente para llegar a Swans, aunque sí a cualquiera de las bandas de post-metal en el entorno de Scott Kelly & co. Aquí es donde tengo que confesar que en sus temas más duros a quién más me recuerdan es a Adrift, aunque considere mejores a nuestros compatriotas.

Hablando de patrias, y estableciendo más distancias aún con los blackers; aunque la banda surgiera inicialmente como un proyecto de Phil, toda la labor compositiva de este disco ha corrido a cargo de Erik ya que entre los dos existe una distancia espacial muy grande... Phil es sargento del Ejército de los USA y se encontraba durante todo el proceso del disco, y hasta nuestros días, destinado a Irak. Afirma que es su forma natural de entender la vida, en un país extranjero y con una pistola en la mano; así que su prioridad es la carrera militar aunque mantenga contacto con Erik, escriba gran parte de las letras y grabe las voces en los períodos de permiso.


Tengo que reconocer que en la noticia anterior (libre)interpreté que "The soundtrack to the strong inheriting the earth" significaba que (Gin) era la banda sonora de la fuerte herencia de la tierra... ahora metida en contexto la entiendo por fin y no me la invento, y resulta ser "la banda sonora para el fuerte heredando la tierra". Toma ya!

Otros parecidos podríamos encontrarlos con unos hipervitaminados y sucios en la voz, TooL, dejando claro Erik que Danny Carey es una influencia importante a la hora de tocar la batería ya que consigue transformarla en un instrumento principal definitorio de la canción y no un mero acompañamiento rítmico. Y lo cierto es que la batería sin resultar tan original como la Danny si aporta variedad y sobresale en los temas, no recurriendo de forma continuada o excesiva al doble bombo (algo que tampoco criticaré nunca ;).

Leíamos que el disco estaba dedicado a las figuras de Ernst Hemingway (en la portada cuando era bien joven) y Hunter S. Thompson, pero parece que se queda casi en una declaración de admiración por estos personajes más que por una relación directa con el desarrollo del disco o sus letras, más allá de la la presentación desabrida del alcoholismo y la visión sardónica de una vida que, al tiempo, es percibida como sufrimiento. El disco cuenta con 61 cortes, estando cincuenta de ellos vacíos, para igualar la edad con la que se suicidió Ernest. En cualquier caso, muzike.org se alinea con el periodismo gonzo! yijei!

Phil confiesa para Decibel en esta entrevista no publicada que Eater of Birds surgió en momento muy introspectivo y depresivo con la sensación de pérdida total. En Gin puedes sentir y experimentar la ruptura que se produce tras mucho odiarse a uno mismo y recluirse. Es la definición más simple para el exceso; follar, alucinaciones, comportamiento animal, peleas y la toma ritualizada de alcohol. El disco intenta edificar el espíritu del hombre que busca consumir y tomar pero no sentir absolutamente nada. El alcohol es el mayor factor en nuestro paso adelante como mamíferos y bestias, y así está reflejado en las letras y el aura de Gin.

Para entender su forma de cantar y sus letras nos dice que: Nadie puede entender mi vida. Odio a la mayor parte de la gente y estoy en medio de una guerra. No tengo a nadie y nadie me necesita. Soy la personificación del impulso y el exceso. A mí me da miedito, desde luego... tenga cuidado Phil de no cruzarse con un muyahidin y en apenas unas fracciones de segundo tenga que asumir el sentido existencial completo del impulso.


Todo esto ayuda en la creación de una realidad violenta, excesiva, deshumanizadora casi diría, de un disco que me golpea furiosamente tanto en lo musical como en lo conceptual. Supone un reto, desde luego, y puede que ése sea un gran valor ya que me enerva y dota de nuevas energías, aunque gran parte de ellas sean para rebatir al propio Phil que afirma que "luchar por la supervivencia" como él hace en el ejército es parte de nuestra condición como mamíferos, cuando en realidad en la misma entrevista reconoce que pasa el 80% en zonas seguras mientras puede oir día y noche disparos y bombas en el exterior que muy difícilmente pueden llegar a afectarles a ellos soldados del ejército más poderoso del mundo. Así lucha el ejército de los survavilistas norteamericanos, avanzando tras arrasar barrios enteros con bombardeos de aviación y artillería.



Erik, sí muestra una posición realmente apolítica, siendo sus declaraciones sobre el disco meramente musicales y profesionales. Quizá así pueda encajar de alguna forma la incógnita Jarboe. Ella aparece aportando sus cantos lisérgicos en un tema tan duro como A Clean, Well Lighted Place y en un mensaje que dejó tiempo ha en el contestador de Erik y que éste incluyó en el instrumental Pregnant Insect. Quitando el extenso, tremendo, psicodélico, y claro en las voces, Dry Body y el tema final A Starved Horror; el resto es de voces desgarradas, guitarras con sierra para el desbrozo y brutalidad desmedida, llegando en algunos momentos a sonar más cercanos al trash e incluso al crust 'n ball que al supuesto black inicial. Destacan la apertura de Gin, Stomach y Two-Thumbed Fist con un final agónico. Cada vez que crees que por fin serás liberado del castigo, reaparece el tema con renovadas fuerzas continuando con su brutal paliza.

El silencio aporta cierta tranquilidad mientras pasan los cortes vacíos hasta que llegamos a Stew Craven, grabación original de una canción de esclavos trabajando en las líneas de ferrocarril. Extraño final de simbolismo incomprensible para mí. La sensación posterior es de haber sido sometidos a un maltrato sonoro y haber tenido que enfrentar las propias ideas de ética y moralidad a las fuertes exigencias de una vida desatada, de comportamiento febril y aparentemente irracional. Solidaridad y salvajismo son facetas posibles del ser humano y en ocasiones la frontera es tan débil como la aparente inevitabilidad del fracaso y la continua accesibilidad del alcohol como frágil asidero y catalizador de la desesperación y la violencia.

El disco ha sido publicado por Profound Lore Records... myspace del grupo aquí.



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