Loan, el que sobrevive en Hontziria...

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lavrenti

Primer round: Noviembre de 2006, Sala Billy Pool, Bilbao
Yemeth, Big Lie y Lavrenti se dirigen en peregrinación a la villa siguiendo la senda de Suma y tras asomarse a lo más profundo del horror con Monarch!, salen tres pavos al escenario y, en los quince minutos de que disponen antes de que se me queme un ampli, me...

Segundo round: Noviembre de 2007, Sala Wurlitzer Ballroom, Madrid
Pein, Calandar y Lavrenti tienen la primera oportunidad de ver en directo por primera vez a Desgüace Beni mientras esperan a Sleepers, cuando aparecen tres pavos en el escenario y...

Tercer round: Abril de 2009, Sala El Grito, Fuenlabrada
Lavrenti llega tarde a Hand of Fatima y tiene ganas de conocer a Neila, pero lo que se encuentra es a tres pavos en el escenario y... cae definitivamente a la lona. Han venido y han vencido, y entre sus manos se encuentra Hontziria.

Ya Kobazuloan Saiakerak había ocupado mucho de mi tiempo en el pasado, así que me pregunto... ¿qué pienso o siento cuando escucho sus discos? ¿Qué cuando veo en directo a este trío de Euskal Herria? Cuando la guitarra de Mikel abre este nuevo disco, editado por Odio Sonoro, con Formol Egoeran y se va completando con la batería de Eritz y el bajo del otro Mikel, cuando aparece su voz con algo de distorsión y, de pronto, todo se vuelve denso, y empiezan a restallar los platillos. Pienso que parece tan fácil labrar una joya de rock puro que si apenas un puñado de grupos son capaces de ello, estos tres pavos deben ser unos genios.

Pierdo la noción de lo que estoy haciendo cuando otro riff modélico, clásico, ejecutado con maestría y avalado por una base rítmica apabullante me lleva hasta el final del tema, mientras la voz se desvanece. Han sido ocho minutos vividos en un suspiro que contraen toda la historia de esta música en una pirámide perfecta de dureza máxima en la escala de Mohs.
    La víctima más excepcional de este chiste macabro
    la rétorica de la repetición.
    Retórica vacía y sucia.



Cada uno de los momentos resulta tan valioso que no me canso de oir el primer minuto y medio de Niagara con su bajo penitente y la cierta desgana del despertar de la batería y la guitarra, pero nos vamos viniendo arriba porque nuestro camino no acaba sino de comenzar. Siete minutos de senda abrupta por la selva hasta el mismo borde del acantilado. En el último momento se despliega ante nosotros la deliciosa visión de la plenitud.

Primateen Erasoak Darrai vuelve las tornas y entrega unos minutos impetuosos, desenfrenados, hasta encontrarnos frente al ejército del pañuelo rojo; maltrata la caja Aritz y las voces enterradas entre empellones de gravedad hace creer en la épica. Brota con fuerza el rock pesado y psicodélico de los setenta, aún vivo. No es necesario alardes, actitudes, ni estéticas; nada de artificiosidad, sólo guitarras puras, líneas de bajo potentes y baterías con personalidad. Dadme todo estos platillos y haced callar al resto.


Cuando el oyente empieza a aplaudir, lo mejor es cortar manos... Hontziria elabora un espacio musical más oscuro en el que las voces se vuelven más urgentes y amargas. Algo me mueve en su segunda parte a luchar contra esa nada que se abate sobre nosotros; será la garra que me hace cabecear, su guitarreo humoso y sus arranques progresivos que imposibilitan mantenerse inmóvil.

Todo lo contrario que Lur Santua, Lur Odoltsua que desarrolla un excelente tema instrumental de tempo arrastrado en espacios ambientales que invitan a desarrollos "psiquedélicos" en línea con la conversación interior de la guitarra. Vibra algo en mi interior con cada nota retumbante del bajo, cierro los ojos y todo empieza a girar, al abrirlos todo tiembla con deseo de más...


Escucho a Loan, les veo en directo, y quedo convencido... hay mucha honestidad, mucha sinceridad; imagino horas de guitarreos en soledad, tardes y noches en el local, gusto por la buena música... Algo debe tener haber sido grabado en conjunto porque el disco mantiene la densidad del directo.

Según Mikel Vega en El Correo, en Bilbao tenemos la suerte de ver a bandas underground muy interesantes. Se aprende viendo tocar a otros. Te nutres artísticamente. Si conoces distintos lenguajes estilísticos es más fácil crear el tuyo usando recursos varios... y el lenguaje de Loan es tremendo. Amén.

Os recordamos que podréis ver a la banda junto a a Tao Te Kin, El Páramo, Sou Edipo y Sound of Silence en el Mareira Fest de Foz (Lugo) el 8 de agosto. Dan ganas de ir... Quizá haya un Kobazuloan Saiakerak como el del Villa de Bilbao... ah! que se me olvida dejar el myspace, aunque seguro que sabríais encontrarlo.



PD: No queremos dejar pasar la posibilidad de agradecer a la banda que se tomaran la molestía de enviarnos las letras traducidas ya que, aunque nos agradaría que no fuera así, no podemos seguir el euskera. Junto al galego, asturianu y catalá en las escuelas madrileñas, ya! Eskerrik asko.


El color de la electricidad, más que en los músculos, en el alma


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