Caemos en la trampa de miel de Deafheaven

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Benditos textos promocionales...

La derrota ha inspirado parte nuestra mejor música. Es sobrevivir a algo terrible, salir a flote al otro lado, caminar hacia la luz y volver a la vida. Todo el mundo tiene que lidiar con el dolor, todo el mundo ha sido causa de su propia implosión, y todos tenemos la capacidad de sobreponernos y volver a amar. Y el amor parece ser el leit-motif del que, el 11 de julio, será nuevo, y cuarto, disco de Deafheaven, Ordinary Corrupt Human Love.

Un amor común, imperfecto y bello con el que se ha tratado de impregnar todo el trabajo aunque en ocasiones sea también el de la distancia, el sexo vacío con extraños y las lágrimas lejos del hogar. Un disco que se promete profuso en detalles y con gran importancia de lo narrativo; voces filtradas psicodélicas, riffs de rock clásico, percusiones jazzy, y el piano en una posición prominente. Únicamente citan a Slowdive como fuente de inspiración lo que es una buena pista.

Un nuevo disco que volverá a levantar pasiones en seguidores y haters, y que esperamos afiance las raíces de lo blackgaze fijando lindes de separación entre aficiones para superar conflictos. No vamos a engañar a nadie si decimos que aquí costó empezar a aceptarles y que la voz de George Clarke nos generaba cierto empacho, de modo que ni siquiera hemos sido oyentes habituales de [d:sunbat][/d].

Sin embargo, el extenso tema de avance, Honeycomb, con su videoclip intimista (perrete mediante) y su parte final de indie-pop mesmérico, nos ha terminado de ganar para la causa. Esperamos ávidas su publicación en Anti Records y poder echar oído a temas prometidos como Night People en el que colaboran Chelsea Wolfe y Ben Chisolm.



PD: Y ya que nombran a Cortazar (Shadows extend east and Cortessar stares at woman) y se inspiran en Rayuela, dejamos una frase que siempre nos ha encantado que aúna amor y música. Y no es música, melancólico alimento para los que vivimos de amor si no...

Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto

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