El martirio de la Rosa Blanca

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lavrenti

¿Quién de aquí concibe las dimensiones de la verguenza que caerá sobre nosotros y nuestros hijos el día en que el velo caiga ante nuestros ojos y el más horrible de los crímenes, a infinita distancia de toda medida humana, salga a la luz?

Algo se estaba moviendo desde hace tiempo en el underground de la escena post-industrial en torno a la figura de Thomas Bøjden y Die Weisse Rose. Colaboraciones con otros proyectos, conciertos colmados de alabanzas nos llevaban a buscar algunos de los vídeos de los mismos en youtube, así como a visitar su myspace para ver si alguna vez aparecía algún tema que no fuera el ambiental de entrada y una grabación no demasiado clara de directo... hasta que hace un par de meses Cold Meat Industry anunciaba la cercana publicación de su primer trabajo.

En nosotros había creada gran expectación ya desde el mismo nombre que nos trae recuerdos del fracaso impoluto del idealismo florecido en las minúsculas, y por fortuna inevitables, fracturas del sistema totalitario. La Rosa Blanca fue una organización civil clandestina de resistencia, intelectual, frente al nazismo nacida en torno a la universidad de Munich, los hermanos Scholl y el profesor Kurt Huber.

El horror ante los crímenes cometidos en la retaguardia alemana, conocido por algunos veteranos, y los ideales de libertad, tolerancia y justicia de la juventud católica universitaria de Bavaria llevó al grupo a la edición de hasta seis panfletos enviados por correo y aireados en zonas públicas, así como a la práctica de pintadas callejeras en la noche.

Detenida Sophia Scholl en la propia universidad, pronto la Gestapo pudo destapar casi toda la estructura del grupo y sus principales promotores fueron condenados a la guillotina. Su historia saldría a la luz dado el signo de los vencedores y la debacle de la Wermacht y el Tercer Reich. Finalmente recibirían justo reconocimiento, no en vano habían sido uno de los pocos movimientos de resistencia interior que denunciaba en su totalidad el sistema, y no como los surgidos dentro del ejército por la errónea táctica militar de Hitler en el frente ruso que anunciaba ya a principios del 43 el desmoronamiento de una máquina de guerra que hasta entonces se había mostrado prácticamente invencible, y extremadamente cruel ante el silencio de los oficiales de tradición clásica. Aunque la derrota de Stalingrado pudiera haber sido un motivo para dar comienzo a las actividades de forma pública, la base de su actividad era profundamente moral y no por el cálculo estratégico pactista ante la más que posible derrota pretendiendo mantener el honor del ejército nacional.




monumento en la Univesidad de Munich


Si la Rosa Blanca representa la pureza y la inocencia frente al mal, el necesario puente hacia el mundo no-nazi, e incluso un respiro, quizá justificación, para cierta parte de la inerme población alemana como muestra de la existencia de un universo interior resistente a la barbarie amordazado por el terror represivo, su reivindicación en el momento actual, y dentro de una escena tan controvertida como la que tratamos, se muestra algo más compleja. Más aún cuando carecemos de la traducción de las letras y samples. ¿Es un homenaje reivindicativo? ¿Es una revisión puramente historiográfica del pasado? ¿Es un acercamiento emocional a tan doloroso final?

Creo que A Martyrium of White Roses plantea todos estos acercamientos, así como una representación fiel del pecado revelado y extendido a la colaboracionista población danesa y europea. Desde sus inicios, como suele ser habitual, el proyecto ha sido acusado de "cripto-fascismo" y creo que es un error grave, como lo sería el que tratara de reposicionarlo ideológicamente, cuando considero que el disco adquiere mayor magnitud, no sólo por su excelente planteamiento musical sino como testimonio documental y emocional de la desgracia de la Europa en guerra, incluso aunque sea necesario tomar el papel de los ejecutores. Los chicos llegan en sus extraños uniformes a las puertas de nuestro templo llorando palabras de libertad. Libertad, oh! libertad....


preside el honorable juez del Reich, Roland Freisler

El disco se abre con la lectura, sobre el órgano y anunciado un primer violín excelso bajo la lluvia, de la sentencia a Hans Fritz Scholl, Sophia Magdalena Scholl y Christoph Hermann Probst leído el 22 de febrero de 1943 por el presidente del Tribunal, el doctor Freisler, en que se les condenaba a muerte, una vez que...
    los acusados, en tiempo de guerra y a través de panfletos, han llamado a sabotear los esfuerzos de guerra y destruir la vída nacionalsocialista de nuestro pueblo, han propagado ideas derrotistas, y han difamado vulgarmente a nuestro Führer, dando así soporte a los enemigos del Reich y debilitando la seguridad de la Nación.




Acompaña con leve base musical la procesión de los ataudes de los ajusticiados, héroes, mientras las hojas del árbol de la vida descienden marchitas y decadentes, y niños y mujeres se asoman con cierto temor desde las ventanas. Pronto advertiremos que el disco discurrirá dibujando estampas lejanas, faltas de color y deterioradas por el paso del tiempo, de tiempos pasados ya lejanos que forman parte invariablemete de la idiosincracia de esta Europa unida, forzadamente en lo económico y con tolerancia y comprensión por sus habitantes en lo social y cultural. Imágenes, cercanas a la obsesión para mí, de un Munich falto de vida resurgen, como podrían serlo de la destruida Lidice en represalia por el asesinato de Heydrich. La sangre de los hermanos Scholl puede tener tanto valor para mí como las de Jan Kubis y Jozef Gabcik, autores del atentado en Praga y que se suicidaron al verse rodeados por las SS.

Volviendo a lo musical nos encontramos con instrumentaciones muy ligeras a cargo de un violín solitario y extremadamente expresivo, percusiones sencillas pero cargadas de gravedad, y tendencia a ambientaciones melancólicas, por momentos ceremoniosas gracias al órgano, y siempre plenas de tristeza . Thomas expone con su evocadora voz cada uno de los escenarios, comedido, sin caer en la grandilocuencia excepto cuando exija con fuerza el veredicto de no culpable en Nicht Schuldig, y con gran profusión de samples en alemán.

Si el resto del disco triunfa en la consecución de un sonido de marcial ambiental etéreo (como he visto que consideran a su música en last.fm) en todos sus cortes, siendo especialmente reseñables Letzter Wille (última voluntad), será en esta canción donde muestre que su capacidad no se agota en este campo sino que es capaz de plantear temas industriales más masivos en el que las percusiones se tornan más complejas y aparecen los fondos ruidistas mientras el sentimiento de opresión aumenta. Ya había apuntado bases percusivas más grandiosas en la magnífica Unser Leben Geht Dahin Wie Ein Geschwätz... mientras la vida de los condenados se escapa por un sinsentido.
    ¿Por qué permitís a estos hombres que tienen el poder que os roben poco a poco, abierta o secretamente, uno uno vuestros derechos, hasta que un día nada, nada, quede más que un sistema estatal mecanizado presidido por criminales y borrachos? ¿Está ya vuestro espíritu tan destruido por el abuso que habéis olvidado que es vuestro derecho, o mejor, vuestro deber moral, eliminar este sistema?



A Martyrium of White Roses ha satisfecho y superado con eminente solvencia todas las expectativas que en él había puesto, ofreciendo algo más de media hora de áspera exposición del pasado. Todas las emociones que me genera se resumen en el piano de At the doorsteps of our temple. Las esperanzas del período de entreguerras, revolucionarias o no, colapsaron por el cierre en falso de la Gran Guerra y si ha podido reverdecer Europa habrá sido tras su total destrucción, tras alcanzar lo más profundo del abismo de su alma dominadora, y regadas sus raíces con la sangre de los inocentes y los mártires.



Puedo interpretarla como una banda sonora de la sinrazón, no tanto la del nazismo, el estalinismo o la Inglaterra opresiva de ultramar, que no dejan de seguir una cierta lógica, sino la de unos jóvenes que se creyeron capaces de poder vencer a la estructura omnímoda de una ideología insertada a la fuerza en la vida de una nación tergiversando sus raíces culturales e históricas, y que hizo del dominio absoluto de la mente de sus ciudadanos y la destrucción del otro su base para la persistencia.


Siendo los hechos tan crueles, no se afana en el sufrimiento, ni necesita de imágenes cruentas para desarrollarse; tampoco se pierde en la mera propaganda o las visiones míticas, es una representación descarnada sin ser desagradable que, aún filtrada por interpretaciones de actualidad y presentes en el estilo musical, alcanza altas cotas de veracidad.

La Rosa Blanca nació en en esa sinrazón, en las contradicciones que las exigencias de la guerra de eliminación generó, y actuó sin razón abocada a un fracaso inevitable. De alguna forma encuentro un disco como éste porque siempre lo he estado buscando, es la necesidad de honrar y no olvidar y este disco es una forma espléndida, y dolorosa, para ello. Provoca una gran tristeza, más aún cuando manejamos situaciones del pasado que por fuerza no podemos alterar, pero no es consecuencia de la escucha sino de la realidad en sí.


Proféticas se muestran las últimas palabras de Sophie, discutidas aún así... vuestras cabezas también caerán; más esperanzadoras las de Hans, es lebe die Freiheit!. Larga vida a la libertad!

El disco ha sido publicado por Cold Meat Industry con libreto conteniendo todas las letras, así como en tres tiradas cortas de vinilos en negro, blanco y verde. Al tiempo publicaban en vinilo y dos ediciones, de 292 copias con póster y de 50 en caja con camiseta, cuaderno y pin, una grabación tomada en Sintra (Portugal) el solsticio de invierno de 2008 bajo el título de Okzidentalisches Grammophon.

Por wikipedia supe que, aparte de la película de Verhoeven de los años 70 que supongo difícil de encontrar y que hace demasiado tiempo ví como para recordarla bien, en 2005 estrenaron Sophie Scholl, Die Letzten Tage (los últimos días) que espero poder ver en los próximos días, y de ella tomo las fotografías de los hermanos Scholl, y los monumentos de la universidad de Munich y de la ciudad de Lidice.


No vamos a quedarnos en silencio.
Somos vuestra mala conciencia.
La Rosa Blanca no os dejará en paz.


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