El vuelo de los cuervos según Les Discrets

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Envuelta en su capa negra se internó con el anochecher en el bosque de sombras alargadas para esperar pacientemente el fin de una existencia que se había demorado mucho más allá de lo imaginado y deseado. Sueños de grandeza transformados en recuerdos de luchas, decepciones y triunfos efímeros, y fatiga como única carga. Con el último rayo de luz, cuervos levantaron el vuelo y...

Fursy Teyssier creaba Les Discrets (Enfance en sus inicios) en el año 2003 como vertiente musical de su expresión artística, también desarrollada a través de ilustraciones y cortos de animación. La música ayuda a crear imágenes, las imágenes ayudan a crear música. Es a finales del mes de marzo cuando nos llega por fin a los mortales su primer disco Septembre et ses dernières pensées (anticipado ardorosamente por un split con Alcest)) en el que ha contado con la colaboración a la batería de Winterhalter (ambos formaron parte de aquel increíble experimento llamado Amesoeurs) y Audrey Hardon en la voz y letras.

En él presentes las ideas recurrentes de todas sus obras, la trilogía de la Naturaleza, el sentimiento de Amor y el miedo a la Muerte. El mismo título, los últimos pensamientos de septiembre, hace referencia a los momentos últimos de introspección previos a la muerte. Se representa mediante atmósferas contemplativas y esotéricas, y la elaboración de pasajes musicales intensos aunque musicalmente suaves. Neb Xort (el productor) y yo hemos buscado el sonido más natural (boscoso) posible. He querido resultar cálido, sin distancia. Ronda asimismo la idea del ser humano forzado a vivir en desapego de la naturaleza que creara las condiciones para su existencia...

Un día despertaré, mis ojos negros como el asfalto, y lloraré lágrimas de alquitrán;
ennegrecidos pulmones, corazón entumecido como el de un pájaro lejos del nido.



Resulta complicado responder en el ahogo de la ciudad corrupta lo que L'Echappe nos plantea. ¿Qué es lo que necesito? Escapar a las montañas, estar rodeado por altos árboles, tumbarme en el musgo y respirar el perfume de las setas, las flores y el suelo mojado. ¿Y por qué sigo aquí encerrado? Uno se aferra a los pocos espacios indultados por el desarrollo, y convive a diario con el sentimiento de añoranza mientras envejece en la colmena. Para estos redactores auto-abandonados encontrarse con un disco con canciones dedicadas a olivos, montañas y ciclos naturales de vida y renacimiento con las estaciones, hace que caigan en la melancolía. Si está musicado con tupidas melodías de guitarra y baterías poderosas, y con guitarras acústicas y percusiones hondas, hará que sus corazones se desboquen; si es cantado con dulzura, lo someteréis a vuestra voluntad. Justo lo que Fursy ha logrado...

En los muelles ella duerme, en los muelles ella las está esperando.
En las olas ella se ve a sí misma, el río la lleva lejos, muy lejos....
¿Por qué debe ella esperar? Esperar en la luz.
Ella desaparece tras las máscaras... en los muelles.


Difícilmente clasificable la propuesta (¿es post-rock shoegazer, es post-punk new-wave con un toque de folk?), cada uno de los temas se distingue y despunta con melodías plenas de personalidad y emotividad. Resulta candoroso y puro de ánimo como el abrazo de la Madre, y por ello llena de nostalgia al oyente entregado. La mejor forma de escucharlo es alto y con cascos, especialmente en el tren cuando los paisajes pasan muy rápido!


Uno se pregunta constantemente si existe pasaje musicalmente más bello que el que acontece en ese momento, y se ve superado a continuación por la llegada de una acústica, o la voz de Fursy, o la de Audrey, o por la entrada insólita de un doble bombo (como en Les Feuilles de l'Olivier). Hay espacio para insertar entre las letras, dos poemas de Paul Verlaine, Effet de Nuit (originalmente compuesta para Phest) y Chanson d'Automne.

    La noche. La lluvia. Un cielo incoloro que desgarra
    de flechas y de torres a plena luz la silueta
    de una ciudad gótica apagada en la gris lejanía.
    La llanura. Un patíbulo lleno de flacos ahorcados
    sacudidos por el pico ávido de las cornejas.
    Guiñotean en el aire danzas desiguales
    mientras que sus pies son pasto de los lobos.

    Algunos matorrales, espinos dispersos y acebos
    alzan el horror de su follaje a derecha, a izquierda
    sobre el tiznado barullo de un fondo de boceto.
    Y luego, alrededor de tres lívidos prisioneros
    que andan descalzos, el grueso de los altivos guardianes,
    camina, erguidas sus armas, como rejas de rastrillo,
    brillando a contra luz las lanzas del aguacero.


    Traducción encontrada aquí



También de acercarnos instrumentalmente a la epopeya de Svipdagr y Freyja, ilustrada con la imagen de John Bauer. Momento en el que he detenerme en el artículo para glosar acerca de la edición limitada de este trabajo. Se presenta como un libro con las letras completas (en francés e inglés) e ilustraciones alusivas de Fursy (con la excepción indicada), así como una serie de alucinantes fotografías y un texto introductorio del que he tomado partes, indicadas en cursiva. Incluye un DVD con el corto Tir Nan Og, realizado como proyecto de fin de estudios, presentando de nuevo el proceso de aceptación de la muerte y los símbolos que maneja en el disco. Podemos verlo en youtube...




...mi tesoooro...


Septembre et ses dernières pensées son, por tanto, canciones para el ciudadano enjaulado, para aquel que se deja llevar por ideas de abandonar las comodidades de la ciudad, trabajar la tierra y construir una vida en la que las puertas se abran a la inmensidad de las praderas y en la noche cobijen de las sombras y los sonidos de los bosques. Paz nos otorga.

Son también canciones costumbristas de aceptación del ocaso, del final inevitable e indeterminado de esta excepción de la existencia que es la consciencia de vida. El disco muestra el temor ante lo incomprendido, emociona y, en el final, calma el espíritu. Tiembla en L'Envol des Corbeaux y acaba alardeando de esperanza en su descarada búsqueda de la belleza como imperativo categórico, universal y necesario. Acepta la muerte bajo la promesa del reencuentro final (en el abrazo de Fursy y Audrey que cierra las letras).

    Finalmente emprendimos este viaje
    una tarde de otoño.
    Nuestros pies tocan las cimas de las montañas
    y dormimos uno cerca del otro, mano con mano.
    Desde ahora sonrío
    ante los grises cielos de septiembre,
    y floto en el infinito,
    una mañana de invierno.


Hasta ese momento...

    Los largos sollozos
    de los violines
    del otoño
    hieren mi corazón
    con monótona
    languidez.

    Sin aliento
    y pálido cuando
    llega la hora
    me acuerdo
    de los días pasados
    y lloro.

    Y me voy
    con el malvado viento
    que me lleva
    de acá para allá,
    igual que a una hoja muerta.

    Canción de otoño - Paul Verlaine




Fotografías promocionales de Andy Julia, última imagen de Fabio Cipolla, The maidens in the mist. El disco ha sido publicado por Prophecy Productions.


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