TenHornedBeast, cacerías y guerras...

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Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. Sobre sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus cabezas había un nombre de blasfemia. La bestia que vi era semejante a un leopardo; sus pies eran como de oso, y su boca como la boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal se había sanado. Y toda la tierra se maravilló en pos de la bestia, y adoraron al dragón porque le había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia diciendo: "¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede combatir contra ella?"

Revelación 13


TenHornedBeast es el proyecto drone del nordinglés Christopher Walton. Le conocimos con su primer trabajo "oficial", Woe To You Oh Earth And Sea, y seguimos con interés -y celebramos- el lanzamiento de The Sacred Truth en Cold Spring Records. Tres años después, compositivamente arduos y en los que ha tenido tiempo para reinterpretar su anterior disco (en My Horns Are A Flame To Draw Down The Truth) y compartir split con Marzuraan, nos encontramos con Hunts & Wars.

Supone este trabajo una evolución en su sonido que abandona espacios sonoros más oscuros y abandonados en pos de una visión más épica y grandiosa inspirada en los escritos del Barón de Dunsany y Robert E. Howard, creador de Conan. De su poema Cimmeria surgiría el personaje, y la tierra natal, de aquel guerrero destinado a ser rey bajo la égida de un dios exigente, y de él dos palabras para dar título al disco.


Toma las fantasías elementales y anti-modernas de estos escritores y las integra en un sonido siempre a la búsqueda de las huellas atávicas de un pasado bárbaro en el que la experiencia individual era indisoluble de la experiencia natural y mística. Para alcanzar las estrellas cegaremos el cielo entregándonos a largas creaciones ambientales de borde filoso, intermediadas por breves puentes sensitivos, olvidada toda melodía. La presencia de batería en ciertas ocasiones no trata de dotar de estructura a un sonido que se mueve por lo salvaje; su falta de ritmo -pareciendo casi improvisaciones al vuelo- evitan la relajación y/o entrega al lejano y ligero terror, sino que busca robar tu atención y enervar.

La evolución de su sonido se relaja en Hilnaric y los cantos de los pájaros nos invitan a perdernos en los bosques en busca de señales dejadas por la fauna o los ancestros. No en vano, podemos disfrutar de sus experiencias como rastreador en su blog personal, así como sus reflexiones acerca del significado mágico de ciertos animales o parajes, y las referencias folclóricas de estos símbolos en la Inglaterra actual a través de historias y costumbres.


Father of Frosts será el tema más continuista con su etapa anterior; instrumentaciones básicas, reverberación y disonancia sobre atmósferas, buscando la interacción inconsciente del oyente. Lejos de la masiva exigencia de Khanate pero muy por encima del abandono a la escucha de fondo de otros proyectos o el desarrollo ritual, TenHornedBeast simplemente invita a la deriva libre, más si cabe en escuchas veraniegas con el sonido de los grillos que aun sobreviviven sobre el cemento.
    Me han preguntado ante si creo que es música para rituales o si son grabaciones con intenciones magic(k)as, y la respuesta es que todo proceso de grabación es meditación y consecución de la voluntad, pero para mí el proceso termina ahí. No grabo con la intención de que mi música sea usada en rituales porque, ciertamente, no puedo imaginar como es posible o incluso deseable.

    Creo firmemente que la magia(k) es algo que se hace mejor puertas afuera -aquellos temerosos del frío y la suciedad están avisados de que se limiten a la pantomima judeo-cristiana de rituales con la ayuda de togas e incienso-. Desarrollo mi magia(k) en el corazón de los bosques donde la electricidad es el cielo y donde todos mis sentidos están alerta y afinados, no desconcertados y confundidos con música. La música de TenHornedBeast es reflejo e imagen de estos procesos pero no deben ser confundidos con el acto real.


A diferencia de otros proyectos, su música tampoco es un intento directo de representar espacios naturales ni desarrollos argumentales, ni siquiera estados emocionales reconocibles, es desorden y, en él, experiencia en entornos seguros de estados indefinidos y una pequeña posibilidad para la elaboración personal. Algo así como un Neither-Neither de perfil bajo xD (alguna discusión sobre el tema aquí).

    Cuando la mente se encuentra en absoluta perplejidad, la capacidad de intentar lo imposible se deja conocer; a través de aquel estado de "Tampoco-Tampoco", el más sencillo posible, ¡el Ego se convierte en el Observador Silencioso y lo conoce todo! ¡El "Por qué" y "Cómo" del deseo se encuentran contenidos dentro del estado místico de "Tampoco-Tampoco", y el sentido común prueba que es el estado de lactancia, el más nutritivo!

    Austin Osman Spare, El Libro del Placer



Tan significativas son las diferencias entre cortes en el disco que con Ironborn sí que sentiremos viva la presencia del cimerio, en I am the Spearhead veremos un giro hacia el industrial bien marcado -mejor que Toroidh!- y Season of Wars casi podría ser calificado de ethereal. En este disco cambiante, amorfo -en sentido positivo-, en que resulta tan difícil entender cuál es la intención del artista, la responsabilidad de decidir el carácter de cada tema y la orientación de la experiencia se le confía al oyente que avanza, pues, sin guía.


En mi caso, aparte de todo lo dicho, y por circunstancias lúdico-informáticas actuales, siento en sus drones la llamada voluptuosa del estancamiento y aun así la inevitabilidad del cambio... atravesar el espacio entre los espejos aunque signifique cumplir con un destino de destrucción al que me haya resistido. Poner fin a un sueño, las cacerías y las guerras son como sombras.

    Recuerdo los tenebrosos bosques, oscuras pendientes
    De colinas sombrías;
    El perpetuo y ceniciento arco de las nubes grises;
    Los arroyos crepusculares que fluían silenciosos,
    Y los vientos solitarios que soplaban al bajar por
    Las quebradas.

    Cimeria - Robert E. Howard

Traducción del poema aquí, entrevistas a Christopher Walton en Heathen Harvest y Ritual Magazine.

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