The Gathering - Home

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El grupo llevaba tiempo insinuando que su nuevo disco iba a suponer un retorno a sonidos mas rockeros, básicos, próximo a sus primeras producciones, mi nueva experiencia vital se veía en peligro, en una intencionada actitud pesimista (para amortiguar el golpe) temía un giro hacia el metal-rock-gótico de andar por casa. Fui hombre de poca fe, merezco arder en las calderas de los innombrables.

La belleza que destila Home por los cuatro costados podría resquebrajar hasta la más vacía de las cavidades emocionales, pista a pista, palabra a palabra, en cada suspiro de cada voz, atmósfera o ritmo hipnótico. Quizá es cierto que es menos ecléctico que Souvenirs, pero no deja de ser The Gathering en estado puro, cada vez más depurado y franco.
Meterme en una peligrosa discusión sobre la honestidad musical sería demasiado pretencioso (incluso para mí), pero encuentro inevitable concederme la licencia, una vez más con esta banda, de decir que por el mero hecho de que la música parece que sale desde el fondo del espíritu, estamos ante una obra de arte.

Se me ocurrió llamarlo superminimalismo, esa aparente sencillez poética sustentada en infinidad de que pequeños elementos, melodías que salen de la nada, sintes, guitarras, momentos casi industriales, coros infinitos, todo ello se junta en un cuadro que no es una alarde de sobreactuación, sino 'simplemente' una estampa conmovedora. En ese único punto en el que el virtuosismo musical cobra sentido, cuando es una vía para para transportar emoción de forma natural y simple en esencia, que no fácil. Una de esas creaciones que no necesitan ninguna clase de análisis para rozarlo en carne viva.

El desarrollo del disco es perfecto, el viaje se vuelve inevitable, hasta tal punto que casi no merece la pena personalizar en tal o cual canción. Nos iremos encontrando por el camino momentos de originalidad, de extraña crudeza, de tragedia, de inocencia, de melancolía... guitarras que campanean sobre la profunda voz de Anneke que en este trabajo llega una nueva cota de intimismo. La textura global de la producción es de un nivel insuperable, como un manto hermoso y casi transparente que se extiende alrededor del oído, hasta el chirrío intencionado y puntual de algún instrumento es cálido.

Este disco, y The Gathering en general es harina de otro costal, tratar de etiquetarlo en un estilo mientras lo escuchas es tan complicado como innecesario. Se trata de un claro ejemplo de la diferencia que hay entre la sensibilidad y la sensiblería, del trecho empantanado que separa la evolución hacia uno mismo y la, en ocasiones, insustancial madurez musical.

Si me he dejado llevar en este artículo por la fibra que me vibra al escuchar Home es porque el disco no me ha dejado alternativa. Pero si queréis un punto negativo, os diré que él único fallo que he encontrado es que el último corte Forgotten Reprise se termina, desearás que ese sonido se extienda por los tiempos de los tiempos. En cualquier caso aunque todo llegue a su fin, y el disco sea de 'conexión rápida', irás pescando ondas de agua en él durante mucho tiempo.

El nombre del álbum es perfecto, una instantánea de nuestro hogar interno, si es que lo tenemos.

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