Agalloch, sensaciones entre el fuego y el hielo

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lavrenti



No puedo explicarlo con palabras pero tengo la extraña sensación, con trabajos como el de iLiKETRAiNS (comentado en este artículo), o el que nos ocupa, de que de la recombinación y el libertinaje de estilos está surgiendo una ola de nueva música abrumadora por su extrema intensidad y sensibilidad. Agalloch es un grupo norteamericano (aunque con un sonido muy europeo) que, partiendo del dark metal, no renuncia a ningún tipo de referencia para llevar su sonido más allá del doom, el black metal, el post-rock, el industrial ambiental y el neo-folk hasta conformar una propuesta post-extrema increíble. Una banda surgida en la ciudad de Portland de músicos desencantados por las limitaciones auto-impuestas de sus anteriores proyectos.

Ashes Against The Grain es un trabajo excepcional que conjuga todas estas referencias para crear un trabajo melancólico y brutal, genuino y original. Se declaran deudores de los primeros grupos de doom de finales de los ochenta, partiendo de Thule, de las atmósferas ambientales de Dark Sanctuary, de la intensidad en las seis cuerdas de Mogwai, de la opulencia sinfónica de sigur rós o el neoclasicismo de Ulver y las instrumentaciones marciales de Sol Invictus.


Desde su nombre, que evoca la resina del ágar, sus creaciones se acurrucan en ambientes fríos y oscuros pero de omnipresente belleza natural para narrar historias de origen pagano. A mí me recuerda fuertemente a un trabajo que me impactó en el invierno pasado. Fue aquel hexenwind de dornenreich (comentado en este artículo), con la diferencia en éste de Agalloch de toda la fuerza instrumental que aportan sus orígenes en el metal extremo. No es extraño que el disco, que se publica el próximo 8 de agosto, vaya a ser distribuído por Centro Europa por el mismo sello que esta banda, Prophecy Productions. En USA edita The End Records y esperamos que cause el impacto que merece, a pesar de que se filtrase a internet mucho antes de su edición (a finales de mayo) en internet. Compradlo!


El grupo causó fuerte expectación (alguna crítica, aunque menor) hace cuatro años con The Mantle. En aquella ocasión encontrábamos un trabajo más sútil, distante, que tenía mayor base en guitarras acústicas y percusiones marciales. Ahora, un trabajo más fuerte, con mayor presencia de voces desgarradas, que mantiene una alta intensidad emocional en temas extensos que nos van imbuyendo e hipnotizando en pasajes musicales brumosos.

1. Limbs
2. Falling Snow
3. This White Mountain On Which You Will Die
4. Fire Above, Ice Below
5. Not Unlike The Waves
6. Our Fortress Is Burning... I
7. Our Fortress Is Burning... II - Bloodbirds
8. Our Fortress Is Burning... III - The Grain

Desde el inicio del trabajo con Limbs asistimos a uno de los nuevos aspectos adquiridos por la banda. Sin tener aún ninguna pista de lo que vendrá, quedaremos a merced de una instrumentación increíble de tempo bajo con guitarras afiladas y sentidas acompañadas de una batería omnipresente que acaba martirizando los platillos en una explosión entrecortada que quita el aliento. No han pasado ni tres minutos de disco y, con la guitarra que queda tras la primera catarsis, ya me encuentro absolutamente rendido y maravillado.

Asistiremos a lentos desarrollos con continuas repeticiones melódicas de guitarras que se mantienen en Falling Snow, que aún así resulta una de las canciones más "rockeras" (por así decir). Con una base melódica fácilmente reconocible, nos dejaremos mesmerizar durante nueve minutos de música embriagadora hasta un final liberador tras un pasaje de doble bombo. Entrarán las primeras voces naturales con cierto toque ochentero.

Tras el descanso del intermedio This white mountain on which you will die llegaremos a la neofolkera Fire above, ice below.... Un tema más tranquilo, en la línea de The Mantle, con base acústica y percusión ligeramente marcial deviene en subidas interminables de intensidad que me llevan al estado de sublimación. Y tras coronar el tema llegaremos a la costa y Not unlike the waves com el momento más grande de todo el disco.

Me encanta, tras tres minutos y medio de lenta introducción instrumental, cuando entre los cantos lacónicos y lejanos emerge la voz desgarrada. Son voces desesperadas que emergen entre un tema que permite expandir la parte central con un solo de guitarra en nada evitable. Es entonces cuando rememoramos sensaciones de discos como icon o draconian times. De este tema han grabado un vídeo, que relacionan con el cine de Ingmar Bergman o Mario Bava, que estamos deseando ver.

Ya sólo nos quedará atravesar la trilogía de temas denominada Our fortress is burning... que comienza con un tema instrumental de extrañas referencias country que continúa con otra gran creación musical en la que sólo irrumpirá la voz en un último momento para abandonar nuestra posición defensiva desarbolada en dirección al río. Son plegarias desgarradoras elevadas hacia el cielo y desesperación.


The Grain será una creación noise extensa que pondrá punto y final a una hora de emociones a flor de piel en un trabajo que no puedo dejar de recomendar y de aventurar como uno de los mejores, para mí, de este año 2006.

Sólo parece no haber gustado a los fans más acérrimos de Opeth lo cual es un punto más a su favor; siendo el único aspecto "negativo" que apareciera en verano en lugar de en épocas más frías de mayor recogimiento. Aunque temo un invierno escuchando este disco :$

Podéis ver un breve vídeo de presentación liberado por el sello en youtube, escuchar el disco completo en streaming en mp3.com y un AMV con Lain también en youtube de A desolation song.

Mi disco en slipcase está en camino, me muero por ver las letras :)









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