The End

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lavrenti
La modernidad ha demostrado ser una empresa viral. La autonomía de uno mismo y la espontaneidad de la vida han sido frustradas por las fuerzas de la legitimidad del estado y el hiper-capitalismo. Todo ha sido categorizado, todo ha sido regimentado y todo ha sido situado inteligemente en un orden de producción.

El progreso como proceso histórico, mientras creaba mejores materiales para la vida de la mayoría, ha poseído irrefutablemente un lado oscuro oculto. La experiencia moderna ha sido sinónimo de cronología, automatización y supervivencia; desarrollos contemporáneos (o sus retoños modernistas) desafían a la libertad en todas partes.

El mundo moderno es así un mundo proclamado que pone enfásis en la razón, el racionalismo y el orden atacando la autenticidad de la experiencia humana. Muchos han condenado la modernidad porque la dualidad de su carácter puede generar a la vez desarrollo y ruina pero pocos han utilizado lo que la modernidad ofrece para mostrar la locura que posee en sí misma.

The End a través de lo extremo de su muy complicado y calculado estilo de música agresiva ha invertido rasgos de la modernidad (como la precisión, la técnica, el tempo y la estructura) para demostrar la violencia maníaca que existe bajo su superfluo orden.


Son canadienses social-destructivos. Editan su tercer disco, Elementary, el 6 de febrero para los States y 12 en el resto del mundo a través del sello Relapse Records. Podéis oir dos temas en su myspacey.

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