Vehementer Nos

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lavrenti

Desde la Francia extrema (no de la que sale el ideario de Sarkozy sino la musical) nos llega el trabajo de una nueva referencia a tener en cuenta un espacio ya amplio tanto en la primera fila, con grupos como los preeminentes Gojira o Anorexia Nervosa (desgraciadamente en pausa tras la marcha de su vocalista), como en el underground, con Alcest, Nydvind, Yyrkoon, Blut aus Nord...

Se trata de Vehementer Nos y su disco homónimo. Nos cuentan que el grupo nace en el año 2000 y que tras varias demos comienzan a preparar laboriosamente su primer trabajo en julio de 2005 como promo para compañías. El sello Osmose Productions se fija en ellos, entran en estudio profesional y finalmente publican el 22 de enero de este año.

Leemos por ahí que su nombre lo toman de la encíclica promulgada por el Santo Padre (literalmente) Pío X en el año 1905 en respuesta a la ley de separación entre Estado e Iglesia promulgada por la poca querida Tercera República. Una de sus premisas es que el Estado no reconocería, promovería o apoyaría económicamente ninguna religión como hasta entonces lo había hecho con el catolicismo, el protestantismo luterano y calvinista, y el judaísmo. Lo curioso es que la única religión que planteo enfrentamiento abierto contra esta legislación fue la Iglesia Católica Romana (de que me sonará todo esto). Más info en wikipedia (donde reside el saber humano y divino).

El caso es que Vehementer Nos es el dúo formado por A.M. y Engwar que, partiendo del black, no se limita y deriva por dos caminos transitados y, en otras bandas, no conciliables. El progresismo... lapsus, el progresivo (como el hombre estalinista) y el depressive o el black ambiental (que venga un experto y corrija).

Para ello se basan en la maestría a los bombos, las guitarras no demasiado técnicas, una atmósfera opresiva, y los detalles aportados por violines, chelo, flauta y piano. Lo juntamos todo en un saco, cerramos, lo sometemos durante cuarenta minutos a continuos cambios de ritmo sin restricciones formales y... veamos cuál es el resultado (desde la perspectiva lavrentiana del universo).

1. Contre Le Cycle
2. Les Devastes
3. Absurde
4. Seuls
5. Dans Le Flot

Mi opinión general es que el disco contiene buenas ideas pero le falta algo de definición. Se construye en torno a las tres canciones centrales que superan o lindan con la decena de minutos. El principio es prometedor, apareciendo los violines y creando pasajes intensos cortados por rápidos hyperblast de baterías e intenciones musicales sinfónicas.

Les Devastes lanza los conceptos progresivos, que prácticamnete sólo se aplican en este tema, y que pueden crear algo de confusión. Los continuados cambios de ritmo pueden dificultar la forma de enfrentarse al tema, o comprenderlo, formando pasajes ciertamente enmarañados (lo que quizá sea su intención).

Me descubro indagando en busca de breves espacios espléndidos mientras pasan partes que no terminan de llenarme; como espléndido es el intermedio de violines y acústica junto al arroyo que poco a poco va elevándose hasta culminar en un explosivo final puramente black.

Absurde es un tema de desarrollos lentos, casi doomeros, con voz desgarrada y al tiempo aguerrida. Aparece la flauta para anunciar el ascenso de las guitarras y la reaparición de un doble bombo lento y continuado mientras nuestro ánimo se desmorona. Seuls comienza de forma devastadora aunque va tornándose poco a poco en desquiciantes riffs de guitarras, entradas sinfónicas y sonidos "pagan" (con la fantasmal entrada de flauta). Son nueve minutos apabullantes que dependiendo del oyente pueden resultan geniales o desastrosos. Me debato con el gesto aún desencajado.

Dans le Flot despide el disco; comenzando con piano y violín y rápidamente deviniendo en un muralla de guitarras y un medio tiempo sensitivo. Llega entonces el momento en que aparece el chelo y se alcanza el momento más emocionalmente duro del disco, quedando finalmente como único superviviente con la batería.

Por resumir es un disco de momentos. El inicio, el intermedio y el final plantean los que para mí son los grandes valores del grupo. En la confusión emergen imágenes de destrucción y voces no excesivamente forzadas que transmiten desesperación unido al encanto de la pronunciación francesa que con la instrumentación clásica alterna decaimineto y tristeza.

Es un disco difícil; supongo que, de alguna forma, atrevido ya que no parece buscar una clara definición o un sencillo encuadre en un subestilo. Puede desagradar al blackero clásico, desencantar al intruso de los nebulosos bosques burzumeros o bien sorprender e interesar por su mescolanza al ávido de sonidos extremos.



El caso es que ha sido muy recibido por casi todos los medios que lo han comentado y se planea la próxima edición en vinilo aunque para ello Osmose Productions requiere al menos 250 reservas, comentando el grupo que sólo andaban el 20 de marzo con 90. Si quieres informarte sobre como conseguirlo o bien oir partes de dos de los temas, entra en su myspace.


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