Violent Work Of Art - Automated Species

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Siempre me han puesto algo nervioso los grupos de metal que manejan sutilezas electrónicas. Explícome, no es que esté mal hacerlo, al contrario. Lo que pasa es que uno se queda al final con una sensación de coitus interruptus que, a mi entender, es innecesario. Cuando esto de la música secuenciada comenzó a introducirse en el metal guitarrero (cuidado, Ministry y contemporáneos aparte, hablo de la gran oleada) se dieron dos casos, bandas que apostaron de lleno por ello, y otras se dedicaron a introducir intros, o a veces con un bit acá y una atmósfera allá. Cosa que en este último caso (siempre sin generalizar) puede parecerle al oyente algo cutre. Transmitir algo así como un "nos subimos al carro pero con cuidadín".

Ahora con la escena más desinhibida en ese sentido, da gusto toparse con grupos que pueden desarrollar potencia metálica con fuertes líneas electrónicas. Eso es lo que podemos encontrar en Automated Species, el tercer LP de Violent Work of Art. Trabajo que llega tras un primer disco por una compañía independiente en el '96 y el re-lanzamiento 'oficial' de una demo en 2005.



Los suecos aunan de forma efectiva elementos como el metal escandinavo y el industrial de toda la vida. ¿Acabamos de inventar el industrial-core?, quizá no es más que eso que llaman "jungle-metal". Con momentos que me traen un vago recuerdo a Soilwork o a In Flames, y otros de metalcore tipo yanki, consiguen despertar la atención con la locura tecnófila que varía entre el puro drum n' bass, el industrial machacón de los 90 y momentos que tienen un matiz EBM o trance. Cuánta etiqueta, qué forma más pretenciosa de definir un grupo no?. Es más fácil de explicar, basta con decir que estos muchachos se dedicaban a tocar metal-core hasta que un día de 1998 decidieron sustituir a su batería por una caja de ritmos. Esperemos que el Rey de Muzike no haga lo propio con alguno de sus acólitos.

Para los que ya lo estén oyendo en su imaginación, informo que son más europeos que Static X o fear factory, tanto en los bits como en el metal.

El primer corte, As the Sky Comes Falling Down, despista un poco y a medida que avanza el disco se va girando al tuerca hacia un terreno más interesante a mi entender, lugar en el que las voces agresivas se enriquecen con la ayuda momentos melódicos con fondo secuenciado.

Gustará tanto a la legión ciberpunky como a los amantes de los riffs ruidosos y del headbanging. Decir que la última pista, Scarecrow 2006, tiene pasajes que incluso podrían hacer bailar algún habitante despistado de las discotecas goths de moda, no en vano es uno de los mejores temas.

Desde muzike recomendamos este Automated Species y animamos a los guerreros de las tierras del norte a que sigan jugando con lo electrónico. El resultado puede ser... excelente, como diría el señor Burns.