Arkan, metal al norte del Sáhara

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lavrenti

Espero que este artículo levante los temores de que todo fueran fichas de discos... en adelante intentaré que haya paridad, como debería ser en los cargos de responsabilidad. Arkan (no confundir con los Tigres del carnicero sino que significa Pilar) surge a partir de la idea de Foued Moukid (espléndido batería de The Old Dead Tree hasta 2007) y Abderrahmane Abdallahoum, guitarrista, de unir tradiciones orientales y norteafricanas con metal pesado. A ellos se unieron Mus el Kamal y Samir Remila, de la banda argelina de death metal Worth, y Florent Jannier (de origen griego) que aporta los rugidos surgidos del abismo.

Tras un EP preparatorio, Burning Flesh, y unos cuantos conciertos anunciaban que en el mes de junio de 2008 editarían su primer larga duración en Season of Mist con la producción de Fredrik Nordström (Arch Enemy, Norther) y mezcla de Jacob Hansen, enfrentados a una difícil tarea de la que salen airosos. Su título Hilal que, como podemos leer en Metal Temple, se identifica con la Media Luna de tradición árabe pero sin conexión alguna con religiones. Optan por su simbolismo de fertilidad dentro de la cultura mesopotámica y el sentido de transición entre dos estados extremos que emparentar con la unión-separación de la música occidental y norteafricana, y quién sabe que otros más.



Su música desarrolla pasajes de metal pesado cercanos al death con una voz extremadamente grave y otros en los que los instrumentos tradicionales y las resonancias folclóricas son omnipresentes, contando con la colaboración de intérpretes árabes masculinos y femeninos. Estos distintos escenarios se alternan o se presentan en cortes completos, como la canción tradicional Lamma Bada o en Athaoura, pero adquieren un valor altísimo cuando se combinan y trascienden fronteras musicales artificiales. En esta búsqueda se encuentran bandas como Orphaned Land, e incluso flametal.



Hilal es un disco extenso en ideas y bondades. Tiene momentos grandiosos como el principio de Tied Fates cuando la melodía propuesta por la cuerda árabe es implementada con guitarras pesadas, o cuando en Groans of the Abyss aparecen los coros femeninos bajos los grunts que dan paso a Lords of Decline que se transforma en un tema esencial con la voz clara de Abder. Termina grandioso con la guitarra española y una agradable tonada árabe que desemboca en Mistress of Darkness.

En algunos momentos la adaptación a doble bombo y batería semeja rítmicas árabes de forma arriesgada y parece sumergir los temas en cierto caos (Chaos Cypher) que finalmente se resuelven para dar paso a nuevas y tremendas melodías, sin repetir estructuras en un disco que ignora sabiamente ortodoxias. ¿Qué es un estribillo?






Entre las múltiples sonoridades incluso la intro de Defyind Idols combina el sonido de la mandola con bases electrónicas para hacer surgir un pasaje de death-doom espléndido en el que aparecen voces femeninas que hacen palidecer a los intentos de metal gótico b&b de otras bandas. Realmente suena desafiante cuando en la parte final se elevan los gritos de una humanidad en sufrimiento y henchida exigencia. Tiene excelentes partes instrumentales como el final de The Seven Gates, El Houdou o el tema de cierre Amaloun Jadid, con ouds y guitarras abriendo un tema que épicamente ciera un disco que, como ya se habrá intuído , me parece extremadamente recomendable.

La única pena es no haber contado con las letras para la realización del comentario que nos hubiera permitido profundizar en los conceptos manejados en un trabajo que parece haber sido cuidado en este aspecto. En la misma entrevista que citábamos más arriba Abder explicaba que Mistress of the Damned Souls se acercaba a la figura de Ereshkigal, hermana de Ishtar y gobernante del inframundo. Habrá que pasar de promos y conseguir el CD original.

Esperando poder verles alguna vez en directo, de momento nos conformaremos con verles en Paris en 2006 y linkar su myspace.





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