Laibach en Madrid

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Laibach en concierto


Era grande la expectación por ver a Laibach de lo que parece un grupo reducido de gente puesto que la sala era relativamente pequeña y tampoco estaba llena a rebosar. La fecha podía no acompañar por ser entre semana, pero también hay que considerar que Laibach es injustamente desconocido, en parte debido a la no edición de gran parte de sus trabajos.




Es injusto en comparación a la importancia de este grupo en su país de origen, a la fuerza de su concepto como grupo que sobrepasa la fronteras de la música, a la originalidad de su propuesta; y, por lo visto ayer, a la contundencia de su directo.

Tras más de diez minutos de loop de tambores in crescendo que iba creando la tensión necesaria para el inicio de la actuación, y la apertura con el Himno de la Alegría, himno de la Unión Europea (no de Eurovisión :-P); el grupo hizo su aparición.






Sólo el cantante comparecía de la formación inicial, aunque suela ser la formación habitual ya en el WAT Tour (disponible en DVD). Sin decaer la intensidad y maravillados por la seriedad, marcialidad de la banda y la gestualidad supra-humana del cantante; fueron desgranando temas de su disco WAT.


Tras cuatro o cinco canciones, salió de escena pasando a un intermedio instrumental interesante, que tras su culminación abrió las puertas a las walkyrias que abrieron el apoteósico Tanz Mit a golpe de tambor.





La presencia física del grupo en escena es grandiosa. La marcialidad ya comentada sublimada por la actitud de las percusionistas, la coordinación con el vídeo permanentemente marcado por la sombra de Milan, los gestos de dolor del teclista, y, sobre todo, la transmisión continua del cantante que miraba fijamente a todos los presentes en las primeras filas; helaban la sangre.


Alguna crítica hemos visto al tamaño del escenario, ciertamente reducido, pero en mi opinión esto podía realzar la impresión opresiva general del ambiente, y favorecía la permanente sensación de cercanía.

Barbarians are coming, canto de advertencia de los bárbaros del este que vienen a destruir nuestros hogares con bombas en sus manos, se cerraba con una amenaza, now you will pay.

WAT coronaba todo la potencia conceptual del grupo en una de las canciones de musicalidad más intensa.

no tenemos respuesta para vuestras preguntas,
y aún así podemos cuestionar vuestra exigencias,
no intentamos salvar vuestras almas,
el suspense es nuestro medio



Una nueva salida de Milan con tremendo intermedio instrumental culminó con el horripilante Mama Leone que lanzaba la parte final del concierto. Tras una corta espera para los bises llegaron algunas de las versiones más emblemáticas como Sympathy for the devil y Life is life, alteradas respecto de las versiones de album.


Bajo una remezcla de "Tanz Mit" la salida ordenada del grupo tras un imperturbable Milan (a pesar de nuestros intentos por entregarle un CD con el Día Laibach y hacer alarde de Vlad Tepes) ponía fin a un concierto que podía haber continuado por el ánimo del público.

Sólo una pega, lo caro del material del grupo, aunque había incunables como la discografía de 300.000 Verschiedene Krawalle o libros editados por NSK.

En resumen, una oportunidad increíble de sentir de cerca la potencia de esta banda. Sentir fijos sus ojos no es algo que se pueda experimentar en una grabación. Interesante la actitud del público (que varió desde el principio, con el himno hubo cierto cachondeo, a una gran entrega) que espero llegara al grupo; sólo queda la esperanza de poder ir a verles alguna vez a Eslovenia, o de nuevo por estas tierras.





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