Skunk DF y Baltrot, de baldosa en baldosa amarilla

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lavrenti
Nada podía advertirnos de que la noche acabaría con extrañas apariciones de la Pantaruja y el Soplamocos, pero el caso es que una granada expedición de Muzike.org se puso en camino hacia la Sala Caracol. Sin duda con ánimo de vivir una nueva "velada muzike" disfrutando del sonido nacional (eso ha sonado a catedral del techno?).

Grandes estrellas del extenso mundo del metal, como el vocalista de Tao Te Kin pululaban por el recinto, ansiosos (como todos) por empaparse de una nueva descarga de Baltrot. Y la banda no falló.

El joven grupo madrileño, sobre el que muchos tenemos depositadas nuestras esperanzas, dió nuevamente toda una lección de ganas e ilusión (por muy tópiKKKo que suene). Por supuesto este elogio no tiene como finalidad servir de tapadera para lo musical, que fue esplendido durante todo el set. Nos obsequiaron con casi la totalidad de los temas que se encuentran en su primer EP Involución compacto del que por cierto repartieron copias a diestro y siniestro (gratis se entiende).

Cada vez más asentados y con mayor apariencia de banda 'importante', saben levantar al público. Ya hasta se puede intuir un murmullo cuando se acerca Dos Lágrimas. Y todo a pesar de que el vocalista Markhos reconociera sufrir una afonía (que apenas se notó). En cualquier caso volvió a estar genial en su papel de frontman, secundado de forma fántastica por Balbo, Macius, Juanga, y un Molo que parece sufrir "cuadro de transformación capilar Mellatica" (síndrome por el que todo músico avocado a ser alguien debe pasar).


Baltrot, un diez de nuevo. Suma y sigue... Por cierto no voy a dejar escapar la ocasión para pedir disculpas a Backbone (alguno de sus miembros andaba por ahí), a quienes debemos un articulo sobre su pre-show en la presentación de Involución. Se enmendará.





Y así se acercaba el momento de ver a Skunk DF. Hace ya tiempo que se editó El Año Del Dragón y el que esto escribe, que no va ocultar su especial fijación con esta banda (ahí está en el cuarto puesto de last.fm, ver artículo aquí), tenía muchas ganas de verles en directo. Lejanos están ya Festimad y Viña Rock 2003, y quería revivir las intensas y divertidas experiencias vividas allí.

El telón apenas comenzaba a abrirse lentamente y los primeros efectos de Edén daban paso a una actuación que iba a sobresalir con todos los elementos que todas deberían tener. Buenos temas y bien ejecutados, compenetración entre los músicos y el público... pero no adelantemos acontecimientos.

Alicia se internaba por el camino de baldosas amarillas como ya ocurriera en la actuación de Baltrot para mostrarnos a Germán entregado con sus habituales bailecitos y su actitud descarada. A lo Gurruchaga nos daba la bienvenida y comenzaba la ejecución de dos temas de Neo, el extraño Cirkus y Este Dolor amenizado con unas buenas patadas voladoras y sus correspondientes kiaaaaa...

Es esta sensación que me desborda... al oir Musa con una de las frases que más me gustan de todos sus discos. Todo el mundo es cobarde, no sólo tú y yo con unos espléndidos coros de Alberto Marín entrevistado en este artículo) que por momentos hacía girar su flamígero cabello con esa espectacularidad tan Amon Amarth.

Lucha interior sería el título de una de las canciones nuevas seleccionada para la ocasión. Su sonido más comedido e intimista ahondando, quizá, en el rumbo emprendido en su último disco, nos llegó, dejando una muy buena impresión. Y tras esto, la épica Ícaro seguida de Carpe Diem.

Con El año del dragón llegó uno de los momentos más llamativos de la actuación cuando Germán y Pepe bajaron del escenario para fundirse en una especie de abrazo del oso con Raúl Guerra (porque me han soplado que era él, fundador de Skunk DF ;). Es entonces cuando la actuación comenzó a desbarrarse hasta convertirse en pu(r)a locura. Se abría la veda al lanzarse desde el escenario tanto él como Álvaro García (ex-batería) desde el escenario, y algunas personas más comenzaron a subirse... digna de valorar la actitud del grupo dejando hacer, hablando con la gente, invitando al escenario a un chaval que se había tatuado su símbolo en la espalda. Todo con un buen rollo impactante y sincero.

Dosis de fé supuso la subida al escenario de David Curtonates (Terroristars y compañero de Alberto en Kaothic) que aportaba su peculiar voz grave y su aún más peculiar estética playero-metalera. La batería sonaba Especialmente poderosa con la presencia novedosa de Edu, mientras Pepe, con su característica forma de tocar medio agachado y girando las trenzas que ya no tiene, y Roy machacaban en la parte izquierda del escenario.

Fue el momento de mirar atrás y ejecutar Equilibio, Predicador y la siempre esperada El cuarto oscuro. Nuevas invasiones de escenario dieron paso a la despedida falsa y la reentrada (sin camiseta y sin fotos... chisss) con los temas ya clásicos La nueva voluntad y En cinco minutos, con el público dirigido por Germán coreando:

Mírame esto es lo que soy
no pretendo ni quiero ser nada más
Déjame demostrarte que
yo respiro tras la máscara de gas
Pero rompo, mancho
rasgo, parto
jodo todo lo que toco


Al escenario subía un chaval y cantaban juntos toda la parte final. Ya sólo quedaba Anestesia para un concierto en el que lo pasamos extraordinariamente bien. La banda brilló tocando todos los temas imprescindibles, aunque se echara mucho de menos Los Niños Perdidos para poder gritar Dios salve América. Un público y una banda espectaculares para un concierto que supone un punto y seguido (con algún concierto suelto en julio y agosto, y su participación en el gallego Friends Festival del que se habla en los foros) previo a la entrada en estudio para grabar nuevo disco que esperamos con ansia.




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