Envy, más post-rock desde Japón

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lavrenti


Envy surge en el año 1992 como resultado de diversas escisiones de grupos de la escena hardcore japonesa. Su propuesta pura y dura con contenido político empieza a conseguir reconocimiento, reducido pero importante; y a pesar de las dificultades económicas, consiguen editar un buen número de cd y splits.

La entrada de un sexto componente (que ya no está en la formación), Daichi, lleva a la banda a introducir en su música directa y agresiva referencias más lentas y sentidas propias del post-rock. Es entonces cuando el sonido actual de la banda termina de concretarse y publican A Dead Sinking Story con el que llaman la atención de Mogwai cuando giraban por Japón.

Envy llegará a ser telonero de los mismos en su siguiente gira nipona y firmarán con su sello, Rock Action, para la edición de sus trabajos. Pero la colaboración irá más allá al aparecer su vocalista Tetsuya Fukagawa en el tema I Chose Horses del disco Mr. Beast. En 2006 el disco que nos ocupa, Insomniac Doze, aparece simultáneamente en Japón, Europa y USA (en el sello Transmission Records), y se anuncian conciertos por Occidente.

Tetsu define el disco: Me gusta reflejar sentimientos opuestos en las canciones. Tristeza, rabia, desesperación y esperanza... todo esto está en Insomniac Daze. Y su tarea: Dado que la sociedad está formada por gentes que piensan diferente, parece que es más importante discutir cómo se puede afectar a la sociedad más que a una persona individual. Recordemos que tenemos un arma poderosa para romper los muros del lenguaje y la cultura. Es lo que se llama la música. Realmente tengo la esperanza de que algún día podremos tener el suficiente poder para competir con el capital de las grandes compañías corruptas y el sistema político si mantenemos la comunicación como lo estamos haciendo ahora.

1. Further Ahead of Warp
2. Shield of Selflessness
3. Scene
4. Crystallize
5. The Unknown Glow
6. Night In Winter
7. A Warm Room

Lo que puedo decir es que es un disco bello, tan bello que nuestro corazón se desgarra junto a la voz del cantante. Porque la esencia de su sonido son composiciones instrumentales con predominio de las guitarras extremadamente emotivas que entrelazan pasajes lentos con voces naturales que cantan o recitan con grandes subidas de amplitud sónica apabullante; momento en el que la voz estalla en rugidos desgarradores.

El disco es llegado a considerar de screamo, pero la base musical que crea las melodías lo aleja del hardcore para asumir los presupuestos brutalmente sentimentales del post-rock de los propios Mogwai, sigur rós o sus compatriotas Mono (comentado su último disco en este artículo). Esta combinación de gritos y bellas bases es lo que nos conmueve y desestabiliza, la que nos hace empatizar todo el sufrimiento y rabia que intentan representar. Tanto es así que comienzo a desgarrar mi propia garganta a pesar de no tener ni idea de qué está cantando. Es como una ola de desesperación-admiración ante la increíble belleza de los temas que me arrastra aunque pretenda anteponer oposición por verguenza :?

Los siete temas de este trabajo se mueven en torno a estos conceptos. Comienzos espectaculares, grandilocuentes, entradas brutales de voz, bajadas de intensidad, y reconstrucción lenta y ascendente de la intensidad creando emergencia ante las explosiones que se acercan.

Se le podría poner como falta el hecho de que los temas siguen estructuras muy parecidas y que no hay grandes variaciones sobre el concepto inicial, pero lo cierto es que, por lo menos para mí, lo que suena en todos y cada uno es precisamente lo que busco. Las variaciones melódicas son las suficientes para diferenciar los temas, y que más da si hay siete veces siete subidas de intensidad si en cada una de ellas me siento febril por la emoción.


En el duro proceso de escucha del disco tendremos que atravesar un escudo de altruismo... vivir Scene con la aparición de las secciones de cuerda, por fin; atravesar la extensa Crystallize, con lentas y lejanas guitarras que nos llevan a una especie de estado de sueño inducido que acaba con la llegada explosiva de un amanecer que desemboca en The Unknow Glow con la aparición de la instrumentación de viento y un muy expresivo bajo.

Tras la fría noche de invierno nos dejaremos arropar en la cálida habitación que cierra el disco. Este tema crea un entorno lo suficientemente acogedor como para que podamos derramar las lágrimas de agradecimiento contenidas por haber podido rememorar situaciones en las que hemos tenido sensaciones así, intensas, candorosas... ahora se nos muestran tan aparentemente lejanas que surge la "envidia" de no poseerlas en el momento actual, pero son tan fuertes en la memoria que rememorarlas es en gran parte volver a sentirlas.

Es entonces cuando el disco nos hace levantarnos y comenzar a mirar hacia delante, y mientras éste se desvanece delega en nosotros el que continuemos el camino, la búsqueda de la belleza utópica a través de la labor de transformación.


Comentan que espectaculares son sus actuaciones en directo. Podemos ver como tocan Scene, o temas de su disco anterior, Left Hand y Chain Wandering Machine.

Y si tenéis aguante podéis veros 48 minutos de concierto en el año 2003 en google. Recomiendo al menos ver el pasaje que empieza a los 11 minutos para que nos podamos hacer una idea de como puede ser tenerlos cerca tocando.

Si todavía queréis más post-screamo-rock japonés no podéis dejar pasar a los Nitro Mega Prayer fusionando Envy y los teleñecos X-D


aishiteru yo



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