Tenpel, Areté; tan fuerte, tan frágil

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lavrenti


Llevo ya unas cuantas semanas dándole vueltas a escribir un comentario sobre el disco Areté despierta que Tenpel publicó libremente en su web oficial y reconozco que me está costando. ¿Qué puedo añadir a la rotunda afirmación "me encanta"?.

Su ascendente posición en mi last.fm (puesto 22 actualmente) denota sin duda que se ha convertido en una de las referencias esenciales en estos tiempos que uno transita. Todo en él (y en ellos) me gusta; desde su peculiar mezcla de referencias musicales que van del flamenco al metal, a sus letras, a los enigmáticos títulos de sus temas, a la estética de su página y a la presentación que de la banda hacen en su myspacey.

¿TeNPel? ¿Qué quiere decir eso? Hace tiempo dijo un filósofo que las cosas que realmente nos llenan no suelen servir para nada, al igual que las cosas que no significan nada concreto suelen ser las más acertadas.

TeNPel es música, inquietud, armonía... basándose en un sonido duro y potente, hacen de sus composiciones una atmósfera de sonidos crudos a la vez que preciosistas. Las letras intimistas que les caracterizan hacen del desencanto, de la frustración, la pasión, el dolor, la ilusión, un paisaje cercano para el que quiera escuchar.


Y lo copiaría entero pero lo vamos a dejar ahí. Areté es la virtud del dominio del alma y la palabra, y se representa así en este disco que resulta complejo y extremadamente variado, mostrando un dominio sorprendente en las instrumentaciones y un sobresaliente Kantz que derrocha capacidad, y registros, en la voz (asegurada para el directo).

En momentos apenas susurrada; en otros se eleva con vitalidad hasta desgarrarse (con)moviéndonos a hacer algo, a cambiar algo, como catalizador para vencer los temores. Con un juego magistral de coros y voces a distintos niveles que suenan en muchas ocasiones, desde el interior de los temas, cargadas de amargura (y razones).

1. kamalah
2. historia de cuatro paredes
3. brillo de orion
4. redimelancolia
5. tenpelodio
6. born to be down
7. interludio (llegando al sur)
8. perder el norte
9. kokison
10. me plait
11. victima
12. sinistralis (oda a la caja)

Desde los primeros momentos de electrónica embriagadora entraremos en Kamalah una de las primeras canciones que me atrapó con sus desgarradores arráncame la piel y sus invitaciones/lamentos a:
    lo que pudo ser
    y no fue
    el miedo al amor prohibido


Y será con Historia de cuatro paredes cuando aparezcan las guitarras acústicas, las españolas; cuando "despertará la dulzura" y se desatará la locura en pasajes rápidos y poderosos, cercanos al rapcore en Brillo de Orión


Llegado a este punto es cuando uno comienza a darse cuenta de la complejidad de sus letras que esconden decenas de ideas que apenas surgen evocadoras en frases sueltas llenas de contenido. Siempre prometió reir antes de llorar abre Redimelancolía que con su delicadeza y ambientación la primera vez que la oí, empaticé en reales y sentidas sensaciones. Tan pronto sus versos fueron derramándose comenzaron a unirse inextricables a mi experiencia.
    el destino le obligó a caer rendido
    en el vacío
    su ilusión le dejó prendido un mensaje en el viento
    levántate!



La voz se ve impulsada a extremos esenciales de intensidad por la subida instrumental, y las letras lanzan una esperanza de resistencia que se verá sostenida en el siguiente tema... si es necesario luchar, aquí tienes mis puños apoyados por llamativos beats (trip-hoperos?) y guitarras rasgueadas:
    quisiera convertirme en abono
    para hacer crecer una bella flor
    quisiera convertirme en veneno
    quemar raices, crear dolor


El Hammond separará Born to be down en dos secciones bien diferentes de tempo, despeñándose al final con el doble bombo y las voces en inglés (algunas con cierto aire Elecktra). Dando a paso a un dúo de temas relacionados entre sí por los aires flamencos, desde el puro Interludio (llegando al sur) a la fusión metálica en Perder el norte con palmeos, caja y dejes folkies del cantante que no sólo no desentonan sino que le confieren un aire especial. Alucinantes las voces de fondo, tremebundo el final. ¿He dicho que me gusta el disco?

Tiempo, ¿para qué? Quizá para reseñar que el disco ha contado con numerosas colaboraciones como las voces de Adrián Psico de Hijos de la ira o las femeninas aportadas por Guillermina Barbáchano; la viola presente intensamente en cuatro temas, las programaciones, y las percusiones y palmas (incluso texto) de Perder el Norte; y para oir los últimos temas que cierran este trabajo. Este Kokison en colaboración, el bello agradecimiento de Me plait, la tan conmovedora como dolorosamente real Víctima y Sinistralis (oda a la caja), que sumerje y enfría lentamente la voz en composiciones electrónicas descabaladas, extrañamente seductoras con final chulesco guiño nenaa.

Tenpel en este disco genera decenas de líneas musicales que se entremezclan y giran en torno a un centro común. Extensivamente se expanden englobando diversas referencias y haciéndolas formantes y congruentes de su sonido, y a la larga esenciales.

Dicen ¿metal-español? Sí... pero no, el haber nacido y crecido en este país se ve muy reflejado en sus temas, ya que de forma inconsciente tienen muchas pinceladas de nuestra cultura en sus composiciones, cosa de la que otros muchos grupos intentan huir para acercarse a un sonido lo más anglosajón posible. Y la realidad (y calidad) de este trabajo les avala en este intento.

Armonía y a una base potente, que combina a la perfección con la pasión con la que la voz nos transporta hasta el interior del ser humano. Y en ese viaje involuntario viviremos al tiempo sentimientos encontrados de derrota y resistencia, revolución y distopía, vacío y esperanza.

Tan fuerte y tan frágil, tan imaginativo y original que resulta una pena que pase tan desapercibido por surgir en el entorno industrio-musical de esta nación de nuestros dolores que aleja al gran público de este tipo de grupos y propuestas maravillosas. Que se preparen los fans de Lordi en marzo a ser reventados por el brutal sonido de Tenpel.


Como el que pude vivir en su momento en un gran concierto que ofrecieron haya en el mes de septiembre en la Sala El Sol junto a Síntesis. El artículo pasó a formar parte de las míticas Crónicas Ocultas de muzike.org que te guste o no te guste, te mole o no te mole, en el futuro todos los niños será estudiadas en el cole.

Y fue una pena porque realmente a Tenpel los habíamos visto hace ya muchos años (cuando todos éramos más jóvenes, inexpertos y vivaces) en la Ciudad de los Poetas y no había vuelto a saber de ellos (enviadnos más mails que no nos enteramos de nada). Los redescubrí con este disco y este concierto, y ahora se han vuelto esenciales en mi catálogo. Aquel día pudimos oir casi todos los temas del disco como Kamalah, Brillo de Orión, Perder el Norte (con palmeado del público e intro de Kantz con El Jinete deseando la muerte), Born to be Down, Víctima... junto a otros que no conocía y que eran recibidos con regocijo por el público más el cierre emotivo de Redimelancolía.


Sería mi sensación o se les notaba muy motivados, entregados; haciendo desgraciadamente que para este redactor Síntesis pasaran sin pena ni gloria con una fórmula más edulcorada, aunque con gran apoyo de un sector importante del público. Quizá otra ocasión, con teloneros menos bestiales para uno en lo sentimental, sería buena para sacar mejores conclusiones.

Y eso... que, pregunta para el grupo si por casualidad cae por aquí. ¿Está el disco editado? Regalo recomendado para estas festividades cercanas (consume con criterio) ;)


Levántate!




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