Britney Spears dice sí al Baphomet
pain La historia del metal oscuro está plagado de suicidios, rituales y sangre derramada por nuestro señor Satán. En Muzike.org nos hicimos eco del último acto de libertad del vocalista de Dissection, quien rodeado de velas y frente a una biblia negra decidió acabar con su vida.Pero no creáis que estos gestos de devoción por lucifer pertenecen exclusivamente al entorno death/black satánico. Ha llegado la hora de que nuestra Mesías (estaba claro que tenía que ser mujer) comience una nueva era de dominación del libre pensamiento y el rechazo a los valores impuestos por el manipulador de mentes Dios.
Britney Spears se ha tatuado el numero 66 en la cabeza y ha tratado de suicidarse en el centro de rehabilitación en el que se encuentra. Antes del 'acto absoluto' gritó: “¡Soy el Anticristo!”. Añadiendo posteriormente “soy un fraude, soy un fraude”. Exacto, sólo el verdadero Anticristo se auto-catalogaría como un fraude.
Esa misma noche ató una sabana a su cuello y trató de ahorcarse. Falló, y seguramente porque así debió ser. Deus Ex Machina.
Hay quién dirá que su afición por el cristal (metanfetamina) ha tenido algo que ver. Nosotros no lo creemos. Preferimos pensar que existe una nueva esperanza para el mainstream y que la reina del pop nos deleitará, a partir de ahora, con espléndidos álbumes llenos de emoción, desesperanza, conexión con la vacuidad vital y sobre todo, doble bombo.
Se ha sabido que Justin Timberlake se ha prestado a ayudar a la Spears en todo lo necesario para su recuperación y/o relanzamiento de su carrera discográfica. Por nuestra parte deseamos que otras figuras del escena como Varg Vikernes - Grishnackh puedan obtener algún tipo de beneficio penitenciario (siempre bajo la supervisión del tribunal supremo de la AVT) para poder guiar a Britney hacia su destino.
Por último, recomendamos a la autora de grandes hits como "Baby One More Time" que se inspire en las grandes obras maestras del género para posibles futuros lanzamientos. Un ejemplo claro sería el artwork del clásico de Marduk, Fuck Me Jesus:
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