Amanda Palmer, ¿quién lo hizo y por qué lo hizo?

Gran expectación fue generándose en mí cuando hace ya muchos meses se empezó a anunciar que en otoño aparecería el primer trabajo de Amanda Palmer en solitario. Brian Viglione y Amanda habían decidido dar un tiempo a la banda y dedicarse a otros proyectos; así Brian ha estado colaborando con Humanwine y Trent Reznor, y Amanda Palmer con otra buena cantidad de proyectos. Aún así editarían en mayo el recopilatorio de rarezas, No, Virginia....

Cuenta la historia que Amanda Palmer comenzó a escribir temas con una visión más personal y un tanto alejada del histrionismo de Dresden Dolls y que pretendían ser sencillas creaciones para piano y su voz. Pero hete aquí que apareció Ben Folds a través del mail confesando su admiración por el dúo...

dear amanda and brian,

you've now made two of my favorite records ever. thank you thank you. both of you. i'm in tokyo right now, so i'm bowing to you a hundred times like the housekeeping lady just did.

Ambos, Amanda y Ben, se conocieron y proyectaron unos cuantos conciertos en Australia. Viendo que compartían muchas cosas, comenzaron a elaborar una visión común del disco y así Ben Folds quedaría encargado de producir y llevar las canciones a un nuevo nivel de complejidad y épica con sus arreglos.

Tanto es así que hubieron de contar con colaboraciones como East Bay Ray de Dead Kennedys, Annie Clark de St. Vincent, la chelista (ex de Rasputina) Zoe Keating y un coro infantil. Acompañando una de las versiones del disco, un libro con fotografías de un tal Kyle Cassidy y textos de Neil Gaiman. Finalmente el 15 de septiembre llegaba hasta nosotros a través del RoadRunner Records (celebro su reciente apertura de intereses). Y bien, ¿quién mató a Amanda Palmer?

1. Astronaut
2. Runs In the Family
3. Ampersand
4. Leeds United
5. Blake Says
6. Strength Through Music
7. Guitar Hero
8. Have To Drive
9. What's the Use of Wonderin'
10. Oasis
11. The Point of It All
12. Another Year

Habrá quien dira que entre todos la mataron, y ella sola se murió... y dado que la situación no llega a ser tan extrema, lo cierto es que muchos de los temas que gravitaban ya en la música y las letras de Dresden Dolls se encuentran aquí concretados de una forma más íntima y sincera, si hay cabida a una real sinceridad en el largo proceso de desarrollo de un disco, su posterior promoción y puesta en escena para no desencantar al público.

Las recurrentes obsesiones de Amanda tienen su cabida, así como su cuestionamiento de la identidad femenina, las relaciones de pareja, amor y sexo más allá de cuentos de principes, y, aunque en ocasiones se ponga intensa, siempre lo hará con una gran risa sardónica. Un trabajo ciclotímico... entre lo doliente y lo cínico, el piano solitario y las entradas de cuerda, y que genera la consabidas sensaciones de pasmo ante la belleza de lo sutil y desencanto ante la dificultad.

El disco comienza, y acaba, con graves cantos al dolor de la lejanía. Se pregunta si es suficiente el amor que se puede guardar dentro de un libro, que se puede cubrir con una mano o guardar en las grietas para protegerlo de lo que te rodean y pretenden verlo.

Entra con fuerza al decir que todavía no ha conseguido lo que quiere, y es poder acercarse y tocarle el brazo, ser recordada como era antes; y es que se está volviendo más difícil aparentar que la vida sigue sin él al despertar.

Todo el mundo desea y se siente mal lo consiga o no. Y el que no desea tampoco se siente bien, es entonces cuando entran las cuerdas y el tema parece que va a acabar de forma intensa con la inevitabilidad de la partida del astronauta pero al final se tornan de nuevo las sombras que apagan el día.

El segundo tema, Runs in the family, recuerda por el estilo cortante del piano y la forma de elaborar una larga narración a Dresden Dolls pero lo que intenta en esta ocasión es transmitir el sentimiento de la depresión de otoño/invierno que algunos dicen que es genética, que hay predisposición, que no se puede hacer nada más que aprender a vivir con ella pero que tiene un origen.

Y ese origen se encuentra en la inevitabilidad de la familia que nunca perdona, que dice que estás loco y nunca entiende, y hace sentirse inútil y entregado a cualquiera para en soledad volver a sentir la presión que emana de tan convulso piano. Huir, huir...

Escapar de la pena, de la responsabilidad
Escapar del campo y escapar de la ciudad
Puedo escapar de la ley, puedo escapar de mí misma.

Correr es algo que puede dársenos bien incluso aunque no hayamos olvidado por qué estábamos huyendo.

Ampersand baja la intensidad y presenta reflexiones en el camino a casa en una noche en una ciudad que se muestra fría y violenta. Yo también me pregunto si lanzar comentarios sexuales a desconocidas ha sido alguna vez efectivo, pero esta vez Amanda se da la vuelta y saluda por una vez.

No voy a vivir mi vida
a un lado de un &
e incluso si me voy contigo
no soy la chica que piensas que soy
y no voy a hacer buena pareja contigo,
porque no soy la que está loca de los dos.

Hemos perdido muchos años de vida agonizando entre las llamas y quizá lo único que quede sea intentar ser lo suficientemente fuerte para retardar el fuego. Para entonces las llamas habrán llegado hasta nuestra puerta y ya que no quiere ser parte de un "y Amanda", sólo queda la alternativa de lanzarse al fuego.

Y podría ser romántica
y podría poner en riesgo mi vida
pero no voy a morir por tí.
Ya sabes que no soy Julieta
y no voy a verte arder
y no voy a pararte
porque no soy la que está loca de los dos

Así que quién necesita amor cuando llega la explosiva Leeds United y es que existe la ley y el orden, y existe el confort sureño, y existen los Dukes de Hazzard y te puedes restregar en tu bandera de las dos X's.

Sentiremos de nuevo el desencanto en la persona de Blake que creía que nacerían ángeles por plantar polvo de ángeles pero que ahora destruye a las chicas que conoce porque su corazón está en Alaska todo el tiempo y cree que todos iremos a Alaska cuando muramos.

Hace amigos que duran minutos y se encierra con las cosas que compra por internet. Podríamos pensar que necesita ayuda, pero lo más triste es cuando dice que está bien, realmente está bien.

Strength Throught Music y Guitar Hero nos llevan a recapacitar acerca de tragedias como la masacre del instituto de Columbine (interesante artículo de Tropofobia aquí). Tick... tick... tick... el reloj avanza inexorable hacia el desastre. No se puede culpar a los juegos y las pistolas, sino saber que hay quien vive encerrado en un cuarto creyendo que ha encontrado todas las respuestas y que, a pesar de que su caída pueda ser estruendosa, el impacto final no genera ningún sonido. Ninguna consecuencia.

Buenos días rey y asesino, eres una estrella.

Es deprimente cuando la gente grita y muere en la vida real. Podrías haber salido ahí fuera y haberte expresado de otra forma. Podrías haber cogido una stratocaster y haberte convertido en my guitar hero. No haberte comido toda la negatividad, cerrando los ojos, volviendo a casa y dándole la vuelta a la cinta en el walkman. Podría haberte salvado pero no era mi momento. Nunca es nuestro momento.

Have to Drive resulta cercana cuando dice: Sufro las mañanas sobre todo. Me siento sin fuerzas y pequeña. A las diez en punto vuelvo a la cama luchando contra el jurado en mi cabeza.

Neurastenia e incapacidad que en ensoñaciones se eleva épicamente prometiendo que se hará algo al levantarse para que las cosas vayan mejor:

Salvaremos a nuestros hermanos
Salvaremos a nuestros primos
Los conduciremos lejos
de las calles y las luces
de todos los signos de mala humanidad.

Junto al tema que cierra el disco alcanza el punto más alto de emotividad hasta hacer vibrar los pechos y sentir las pulsaciones en el hombro, pero antes tendremos que escuchar la colaboración de Annie Clark en What's the Use of Wonderin' sobre lo que parece una caja de música de fondo.

Resulta ser una versión de un musical de Rodgers y Hammerstein, y nos pregunta para qué sirve estar todo el día cuestionando y cuestionándose. Lo importante es que eres su chica y él es tu compañero, y el resto es parlotear. A donde él te dirija, irás y cada vez que te necesite irás corriendo como si estuvieras loca. No hay nada más que decir.

Oasis y Blur se muestran como lo que permite que el tema se mantenga festivo a pesar de narrar una violación y un aborto. Una fotografía firmada del grupo y un concierto es todo lo que se necesita para sobreponerse, a pesar de que los fundamentalistas católicos anden fuera molestando. El vídeo de este tema fue dedicado por Amanda a Sarah Palin en vísperas de las elecciones por sus cuestionables opiniones sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Nosotras parimos, nosotras decidimos.

The Point of it all resulta un término medio entre lo expresado y oído en el disco; un tema principalmente de piano sin una especial exageración en la voz y que elabora una larga narración digna de la capacidad de Amanda. El sentido se me muestra más obstruso, aunque en la presentación de la serie de vídeos esté relacionada con Runs on the family; realmente no acabo de entender su significado, y tampoco la puedo reutilizar para nada político. Aún así la valoro altamente desde el punto de vista musical, para ponernos en situación ante lo que será Another Year. Amanda expresa sus lacerantes sentimientos de necesidad y sufrimiento tras el fracaso de una relación.

Será el mejor año de todos
Creo que esperaré otro año
¿No podemos esperarlo juntos?
Tú traerás el humo
y yo llevaré la cerveza.
Creo que esperaré otro año

Es, por tanto, este disco algo esperado con devoción y que me entrega, aunque haya de ser a través de ciertos sentimientos complicados, cierta paz para el alma al final de su escucha. Como seguidor de Dresden Dolls ha servido para reencontrarme con una voz, una música y unas ideas, que no dejan indiferente, al menos en mi caso. Y si hay que esperar un año para un nuevo disco, se esperará superando todos las bajadas en espiral.

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