Yo amo los trenes

Dicen que Gilgamesh tras la muerte de Enkidu hubo de cruzar las aguas de la muerte para rogarle a Utnapishtim que le desvelara el secreto de la inmortalidad. Así supo que sólo podía obtenerla mediante una planta en el fondo del océano.

Ató rocas a sus pies y se sumergió; caminó por el oscuro fondo hasta encontrar la entrada a la caverna y al fondo de la misma un jardín en el que de las ramas de los árboles colgaban joyas. Tesoro en mano, emergió de las aguas y se tumbó a descansar confiado con tanta mala fortuna que la planta le fue arrebatada por una serpiente. Gilgamesh lloró su pérdida, sin embargo la contemplación de los grandes muros de Uruk le hicieron entender el sentido del trabajo, el esfuerzo y el paso del tiempo en la erosión que las haría desaparecer.

We escape, we escape, we escape
With our minds made up.
We escape, we escape, we escape
And our time is up.

Mucho tiempo ha pasado y ahora nosotros nos encontramos en una Europa que se desliza rápidamente bajo las aguas. En el pasado tuvimos fe en alcanzar la misma cualidad ansiada por el héroe, pero el progreso tras el que formamos filas y al que dimos nuestra palabra resultó ser la serpiente de la orilla, apenas mudada su piel.

Sin la intervención de la mano
piadosa del Señor de los Mares,
las mil olas
nos hubiesen arrastrado al abismo.

Tras la lucha, la masacre y la demolición, nuestros navíos quedaron maltrechos y aún con los mismos capitanes al mando. Ni siquiera con la obligación de proponer un destino ellos, vagamos a merced de las mareas por un océano sin fin. Las esperanzas puestas en el éxito inevitable del progreso resultaron ser una quimera y sólo nos dejó desorientación. En ocasiones, vientos se levantan desde Oriente y enfilamos hacia el sol moribundo pero no sabemos cuanto tiempo durará su empuje. Tras el avance, el entumecimiento y el ocaso.

home is where the heart is

Si hubiéramos tenido la libertad para meditar acerca del futuro quizá hubiera sido diferente. Pero no, siempre amenazados por el fantasma de la escasez, fuimos acaparadores, egoistas e inestables. Pusimos en riesgo nuestra supervivencia y la de nuestros iguales superando todos los límites.

ILikeTrains nos presentan un segundo disco maravilloso que pueda servir de palmario "os lo dijimos" llegado el momento. Ellos han encarado el futuro y han visto que es aciago si seguimos cegados por nuestra prepotencia como especie. Ellos han resistido el canto de las sirenas para abandonarse en las rocas, han aguantado la respiración para poder visitar el fondo del mar de nuevo en busca de la verdad, han tenido el coraje de asomarse al abismo en las simas y ahora nos alertan de un futuro abocado a las profundidades si no nos enfrentamos a la serpiente y desvelamos sus fines.

Tú cantas para mí,
y yo,
yo estoy perdido.

Me encontrarás en las esquinas más oscuras
y yo te pediré que te marches.
No quiero tener nada aquí que no necesite.
He elegido las plumas alborotadas
y el demonio que tan bien conocemos.

Nuestra existencia llevada hasta el exceso no nos deja espacio para la salvación, por mucho arrepentimiento tardío que mostremos y piedad reclamemos. No podemos vencer al tiempo y en apenas un guiño del universo sólo seremos un vago recuerdo hecho aceite y unos rasguños en la cueva de los leones.

Los sueños sirven para darnos esperanza, pero ya no es suficiente. Los delirios de grandeza imaginando futuros tampoco. ILikeTrains nos aconsejan que cerremos los ojos, tomemos aire y nos aventuremos con ellos en lo profundo. Si es demasiado tarde no tenemos forma de saberlo, así que sirvámonos de la utopía sólo como aliento del espíritu y hagamos algo. Lo que sea, ahora, antes de que no queden más que piel y huesos.

escalamos montañas para comprarnos algo de tiempo,
sólo para darnos cuenta con gran sorpresa,
que cuando más alto escalamos,
más lejos tendremos que caer,
y vosotros caeréis conmigo.
Giro para enfrentarme
a tu frío abrazo.

Con He Who Saw The Deep siento que ILikeTrains ha alcanzado su disco aúreo. Progress Reform fue el fulgor y la taquicardia del amor a primera vista, y Elegies to Lessons Learnt la dulce convivencia aunque con algún malentendido. Este disco es la medida de la razón extrema y media, y está dotado de la divina cualidad que dota de un especial carácter estético y casi místico a sus formas.

Después de recorrer el pasado mostrando los errores que no deberían volver a cometerse a través de un buen compendio de dramas históricos, esta vez ofrecen un disco más personal, fácil imaginarlo destinado a dilucidar la propia existencia como individuo y como sociedad y a desentrañar nuestro porvenir.

And I will leave this world in pieces
I will leave it to the scarab and the crows
Under seas and under soil
In a million years
Our bones will be your oil

Tras acabar su relacion con Beggar's Banquet, y con un integrante menos, el grupo se lanzó a la aventura de editar en su propio sello. Durante el periodo de gestación buscaron establecer una relación especial con sus seguidores a través de la plataforma de donaciones PledgeMusic y, según la propia banda reconoce, el apoyo de la gente superó todas las expectativas (¿quien no va a querer echar un Monopoly con ellos?). Por todo esto aconsejamos y alentamos la compra del mismo!

En lo musical han abandonado el, quizá adecuado en su momento, histrionismo post-rock de sus inicios para ofrecer tanto una visión más alegre y rítmicamente vivaz, que le sitúa a la par de otros grupos ingleses en la primera parte del disco, como su faz más bucólica (o abandonada) a través de maravillosas piezas de inspiración quietista. Prácticamente perfecto, absoluto en temas como Sirens o Broken Bones.

You sing to me
With your arms open wide and
You sing to me
With a bird in your hand.

El disco fue grabado en la granja de un amigo en los límites de Yorkshire durante las navidades de 2009. Uno no puede evitar dejarse llevar por las imágenes del grupo registrando semejantes odas mientras en el exterior la nieve cae en los Dales. Entre medias, reflexiones acerca de los libros de James Lovelock (padre de la hipótesis Gaia) y George Monbiot. Los imagino observando las rompientes de Scarborough, castillo al fondo, y me estremezco.

The feeling is,
The feeling is one I remember from way back when
Way back when we were kings
And the way that the cold left its mark on our skin.

No voy a sorprender si digo que sobre su inmenso valor instrumental, enjoyado en momentos puntuales por violines y enormes arreglos, brilla la voz de David Martin (y el excelente trato de los coros). Sones delicados que aun surgidos del frío estático confortan y cuyas caricias se corresponden con la cariñosa melancolia del otoño antes de que las ondas que anuncian el fin nos engullan.

Arrojado a la deriva,
a la inmensidad extraña del mar,
me duele el alma por algo más
que por ser un muñeco lanzado a las olas.

¿Qué es importante para ILikeTrains? 99 Matters.

Into your
Crooked arms I fall.
Once again,
Your light will guide me in.

Artículos relacionados:

Galería de Woven Hand y Seven Seas Duet

Devil sold his soul - Blessed & cursed