ROME - Berlin

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yemeth



Llega a nuestras manos otro release de la discográfica sueca Cold Meat, lo cual suele poner las expectativas bastante altas. Este trabajo es un estreno; el de una banda llamada ROME, y el disco llamado Berlín (sólo nos falta Tokio, pero mejor no empezar con las suspicacias tan pronto). Con tan sólo 18 minutos de duración, se nos advierte que es una especie de EP - Teaser de lo que será un trabajo que saldrá en otoño; una forma de ir presentandonos al grupo, del que os pasamos antes de que quede en el olvido estos samples del CD:

Like Lovers
Clocks

Nos cuentan también que los orígenes (deben ser muy lejanos) del grupo tenían que ver con el punk, pero que esto entra más bien en el neofolk o el apocalyptic folk; vale, más bien, sí. Y puestos a seguir con lo que nos cuentan, aparte de que si son una "sorprendente nueva estrella", blah, blah, nos dicen que son "canciones que despiertan recuerdos de amor y muerte, con los temas recurrentes de la desesperación y la pérdida, la culpa y la pena, fuerza y guerra". También, que si nos gustan Ordo Rosarius Equilibrio, Coph Nia o Death in June, les demos una oportunidad.

No es una mala selección de cosas a las que supuestamente se parece, así que habrá que pegarle una escucha.

Así, el CD arranca con un "Like Lovers" en la que entre loop de música que suena a gramófono cascado de la primera guerra mundial se introduce una dura percusión; a través de ella una voz que me recuerda a Leonard Cohen -vale, vale, tampoco exageremos, hablo del estilo-. Pero el caso es que entra bien, con fuerza; trayendo luego de vuelta el loop. Una mezcla que se hace algo extraña, pero bastante bien montada, rítmica y dura.

"The Orchards" cambia a un ritmo más suave, que pretende llevar una dirección más desgarrada. No acaba de llegar, tampoco está mal, pero da esa sensación de que falta algo. "Une Autre Vision" empieza con una especie de himno a baja calidad (de eso que es para parecer antiguo, ya saben), para romperse en una pseudopercusión industrialosa extraña y devolvernos a la voz quebrada del cantante, que no se encuentra aquí en su mejor momento -tampoco el ambiente, que llega a desbaratarse de formas demasiado inconexas-.

En "Clocks", una marcha de percusión entre fúnebre y militar mejora un tanto la cosa; con la voz hablando más que cantando, pero no le va mal. Continuamos al penúltimo tema, "Wake", que se desarrolla como un curioso loop en el que se ve potencial; es quizá el tema más llamativo de este trabajo. Acabamos con "Herbstzeitlöse", piano lento, canción lenta, que no acaba de cerrar el apetito.

Resumiendo... bueeeeeeno, tampoco está mal. Da la sensación de quedarse a medio camino, bastante inconexo, como sin acabar por llegar a nada; aunque a la vez, da sensación de potencial de poder hacerlo mejor. Puede excusarse un poco con el que siendo una duración tan corta, el trabajo futuro más largo pueda enlazar algo más las cosas, pero parece como si los temas hubieran sido arrojados un poco al azar. En fin, recomendable si uno tiene en estos momentos un hambre de neofolk excesiva que satisfacer.





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