Reztekin Do en concierto: revieweado

Comparte en:
the dancer
Por fin, tras demasiados meses aislado de las salas madrileñas de conciertos, aunque nunca desconectado gracias a muzike.org, pude retomar el hilo de la música y de su buen ambiente en las noches madrileñas. Todo prometía, el propio cartel del evento ya nos tenía enamorados, que no sé de quién es la mente creadora, pero aprovecho desde aquí para felicitar por ese cartelazo que me encanta. Bueno, hay que decir que aunque precioso, también era engañoso (rima de Astaroth reproducida por derecho de cita), porque anunciaba la actuación para las 21:00 horas y al llegar a la puerta de La Sal y encontrarla cerrada temimos que se hubiese cancelado o que hubieran cambiado la sala o la hora o ambas y no nos hubiese informado nadie (auch!!).

Decidimos ser pacientes y optimistas, y refugiarnos en el bar más cercano donde, para tranquilidad nuestra, nos encontramos a los miembros de Reznik que nos confirmaron el retraso en la hora de apertura. Ya no había que temer pues, tiempo para un par de cañitas y un pincho antes de las descargas de rock que nos esperaban.


Pocos minutos pasaban de las 22:00 cuando bajábamos las escaleras de La Sal para encontrarnos con unos Reznik ya subidos al escenario con un Lolo al más puro estilo David Grohl en sus tiempos nirvaneros y dos dictadoras bigotudas, serias y encorbatadas que ejecutaban con precisión autoritaria los temas de ese disco que me tiene entusiasmado y que no puedo sacar del reproductor del coche (por más que le doy al eject, ¿se habrá roto el jodío?)

El público iba entrando en calor y algunos asistentes se subían al escenario y saltaban hacia el público, ay! Seattle, qué nostalgia!! :..) Potencia a la que nos tienen acostumbrados Reznik de temas cortos y contundentes con mi admiradísimo Lolo, brutal en la batería, que crece hasta volverse gigante según va soltando baquetazos (espero el día en que pueda llamarle “Maestro”, ouch! ya estoy pensando en voz alta otra vez, joder). Y qué decir de Lau y D. salvo que la profesionalidad y el saber estar sobre el escenario no son propiedad exclusiva de Black Castellote…. Que sigais así, dándole caña a las cuerdas y que os queremos y que os admiramos y me voy a callar que sale la vena fan y el artículo se va a la mierda =S

Novedad para algunos de los comisarios muzikeros presentes fue escuchar a Monkey Do con su sonido sabrosón. Hay que fastidiarse lo que aporta un teclado algunas veces; Monkey Do son un claro ejemplo de mezclas estilísticas demenciales pero bien ensambladas, que construyen música bonita, movida y animada. Grupos que ya son buenos de por si con las viejas cuerdas y tambores (y hago uso del plural femenino aquí porque me sale de los cojones, ¡toma decondicionamiento!) pero que van un paso más allá gracias a doctores del piano electrónico como Óscar.

Mención especial para Miguel, el batería, que es capaz de tocar sin perder el hilo a pesar de fijar su mirada en el infinito vislumbrando el punto donde la línea espacio-temporal se difumina. Así como los diferentes gorros y pertrechos del resto de los componentes, Jorge (aka Gorke) con gorro soviético y lo llamativo del bajo transparente de César, precioso, pero que me hace pensar si el instrumento siempre ha servido, entre otras cosas, para tapar lorza (bueno, vale, y para hacer música), éste pierde parte de su funcionalidad, ¡pardiez! Y su cantante, Israel, todo un showman que se basta él solito para animar al público, y al que sólo le faltó bailarse una bachata con alguno de los muzikeros asistentes, a los que hubo que frenar para que no cometieran ningún acto violento. Se oyó el rumor de un paseo para el tipo que enseñaba los calcetines con ese pantalón estilo mariskal teutón.




En definitiva, buen rock con sabor a veces tropical, a veces japonés, a veces nu-metalero ideal para menearse, si es bailando con el cantante mucho mejor (siempre). Monkey Do acabaron su set con el (a juzgar por la audiencia) ya habitual éxito que catapultó a la fama a Britney Spears, Gimme baby one more time (o como se llame esa pu... no pienses, no pienses), con un estilo rockero que, si bien se agradece dentro de la canción, y hasta la hace ser buena por momentos, no quita del todo el tufillo a coletas, falditas y pompones. Añadiendo un toque humorístico al final de una buena actuación, con el público entregado cantando y bailando, y con los agentes de muzike sin saber ya a quién pasear, si al mencionado cantante o a alguno de sus redactores que se desmelenaba con este último tema (habrase visto! y en presencia de los komisarien ¬_¬)


Y como de Tao Te Kin ya hemos hablado muchas veces, pues vamos resumiendo :P Por fin los pude ver en directo, y a tan ansiado acontecimiento asistieron los componentes de Tao ataviados con uniformes de laboratorio, batas blancas, gafas protectoras, símbolos de peligro biológico en el pecho y un cargamento de Vicks Vaporud destinado a que el respetable aspirara aún mejor si cabe el buen trabajo desarrollado durante la noche por estas tres bandas madrileñas. Y como no todos los regalos de la noche iban a ir en la misma dirección, algún personaje presente ofreció a Emilio el brazalete de la maldición muzikera. Éste aceptó (iluso), y acto seguido dio comienzo el espectáculo.

Tranquilidad, ya sabemos que tod@s queréis estar maldit@s, muzike afila sus agujas y acoraza sus dedales para vosotr@s (¡¡Lav!! xDDDD). El caso es que Tao Te Kin nos deleitaron con una perfecta Anatomía del Equilibrio que hizo las delicias de los ya asiduos y de los que asistíamos por primera vez. Sinceramente, así da gusto gente, 6 euros, 3 grupos ofreciendo buena música, CD de regalo y consumición incluída, más chutes de Vicks vaporud, más sujetadores, más sugus, más gafas de pasta, qué más se puede pedir...


Y a Emilio de los Tao le dimos una paliza y cantó el jrist, que lo sé yo porque me lo ha contao el Iván. (PUNTO FINAL)


Artículos relacionados: