Children of Bodom + Ektomorf + One Man Army And The Undead Quartet (Crítica)

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Slave

Largas colas de metaleros (y de no tan metaleros) se agolpaban desde las 6 de la tarde en la sala Aqualung, su objetivo, disfrutar y hacer un poco de "headbanging" al son que dictaban estas 3 bandas reunidas en el primer gran cartel del año.
Al poco de abrir las puertas aparecieron los suecos One Man Army And The Undead Quartet, banda por la cual un servidor sentía (y siente, supongo) un interés especial.
Sin embargo y pese a que desde el primer momento se entragaron al máximo,tuvieron que cargar con dos losas que les pesaron demasiado, un público frío que probablemente desconocía a la banda, y un sonido bastante mejorable, que hizo que el grupo no sonara todo lo compacto que debería.

Por lo demas, fueron un ligero aperitivo ante lo que se venía encima.

Turno para los húngaros Ektomorf , estos, con una audiencia ya metida en faena, y con un sonido mejor que el de los suecos, nos mostraron un sonido contundente y compacto muy al estilo de Sepultura (quizás demasiado).

Resultaron interesantes los diez primeros minutos, después, sonaron monotónos y machacones demostrando que sin duda son víctimas de ese mal comentado en los foros de Muzike,el temido "Efecto Kurgan" :P.

Por fín llego el gran momento, acomodado en la zona VIP (gracias Gallego ;) ), me disponía a ver una vez mas a la banda del gran Alexi Laiho.
A ritmo del Twist And Shout de los Beatles (la intro elegida para este tour) la banda tomo posición para arrancar con Living Dead Beat,lo que provocó el delirio del exaltado gentío.


Desde un primer momento el sonido no acompaño, hecho que provocó cierta inquietud a la banda que a pesar de todo supo cargar con ello hasta que en el cuarto tema
"We're Not Gonna Fall", se apagarón las torres, y solo se escuchaba lo que salía de los monitores.
La banda ante semejante tesitura se vió obligada a parar el concierto,lo que sirvió para comprobar la incodicionalidad de los fans que ante la bizarra situación no pararon de corear el nombre de la banda.
Solucionados los problemas técnicos y con un sonido mucho mas acorde, la banda empezó a deleitar a sus parroquianos con todos sus clásicos, los cuales aderezaban con una puesta en escena espectacular.
Destacaron sin duda todos los temas de Hate Crew Death Roll que tocaron, "Hate Me", y un inesperado "Follow The Reaper", que sonó fresco dentro de un reportorio que es producto de una carrera ya dilatada.

Mención especial merece sin duda Alexi Laiho, el cual demuestra cada vez que se sube a un escenario, que estamos ante una figura, un icono de las escena metalera,verle con su Fliying V, transmite a un servidor la misma sensación que le transmite Steve Mcqueen en "Bullit", es una estrella del rock , es ese que querías ser cuando tenías 15 años y empezabas a tontear con lo "incorrecto".
Una vez más, Children Of Bodom

supo dar a sus incondicionales lo que pedían y por lo general todo el mundo abandonó la sala con la sensación de haber visto un gran concierto.Una pena que los teloneros por una circunstancia u otra no acompañasen.

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