Miserere Luminis

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lavrenti


Parece el Mal, inculcado en mí,
la nota disonante en la armonía
o el falsete del violín que gime...


Gris y Sombres Forêts son dos de las bandas que más me gustan del black catastrofista en lo emocional -no quiero decir depresivo :P- y ambas dos provienen del francófono Quebec -independiente- canadiense. Icare, Neptune y Annatar, por tanto, se unieron a principios de año para sacar adelante un proyecto denominado Miserere Luminis que tiene disco en Sepulchral Productions desde el pasado 3 de noviembre, y para presentarlo, junto a temas de los grandes Neurasthénie, Il était une forêt... y Royaume De Glace, en directo.

Somos pobres pescadores de estrellas con un agujero negro en lugar de corazón afirman en las letras -tanto en francés como inglés- de un disco en el que han intentado ir más allá de su sonido habitual, aventurándose en caminos más oscuros y torturados, si cabe. A veces más atmosférico, a veces más duro, siempre fascinante. Miserere Luminis sorprenderá y encantará a los seguidores de ambas bandas... Y esto queda lejos de ser una afirmación vacua -como la mayoría de los textos promocionales-, ya que acierta al aventurar que me encantará, y no miente al afirmar que va más allá que Gris y Sombres Forêts por separado.

En él se alejan un tanto de los principios del estilo mostrando una capacidad para ofrecer distintas sonoridades digna de alabanza, sin temor para clavar un complejo tema de nueve minutos de black progresivo -y desesperado-, como Le Mal des Siècles, tras una intro emocionalmente destructora -como es Cineris-, y continuar con Ciel Traqique, cuyo inicio podría haber pasado por un nuevo tema de Caspian -aunque pronto comprenderemos a qué estamos expuestos cuando entre la voz-.
    Esto no es la esperanza, es más el cielo nublado,
    fragmentos de tristeza envueltos en auroras,
    lejanas estrellas tan sombrías como apagadas,
    es la mortaja que oculta su tumba.




Temas largos que muestran una llamativa variedad, así podremos encontrar un instrumental inusualmente rápido como IV con batería de estudio -nada de doble bombo programado-, seguido del mucho más grave apocalipsis -en estos tiempos de pérdida general de valores, blablabla- de Birth of New Ages. He visto lo que los ojos no pueden ver, he visto el mundo desmoronarse, y muerte infectar las estrellas, y luz enferma fluir hacia tus ojos

Caeremos a cotas más bajas en The Mist que devora el alma con un tempo mucho más lento y abrasadores entradas de guitarra... en las que la melancolía se desborda en soledad. No hay nada más que niebla en mis pulmones y alquitrán en mis venas. Estoy fuera de este mundo. Algo estuvo equivocado, algo simplemente fue mal. Sólo queda una conciencia infinta de lo que se encuentra más allá de la oscuridad, en el vacío del sufrimiento...
    Y aquí estoy enfermo, descontento con todo
    Soy la herida de mi ser,
    soy el cuchillo y la cuerda
    en esta violación de mí mismo.


El tema se va haciendo más y más intenso hasta llegar a una declaración de desprecio hacia un dios que ha fracasado como creador al hacernos y no alcanzar sus sueños de grandeza y belleza. Estamos hechos a imagen y semejanza de un ser incapaz. Así llegamos a Senectus, hambrientos de luz, para encontrar un tema gélido de separación y paso inexorable del tiempo en soledad y agonía, basado en el piano y siendo las guitarras muy lejanas hasta el final grandilocuente...
    La oscuridad que fluye sobre nuestros hombros,
    amor congelado que tiembla y muere,
    y la tristeza que germina en cada una nuestras palabras.
    Estamos tan cansados como las estrellas...




En el final nos encontraremos un tema que aúna los pasajes más puramente depres-blackeros, con dobles bombos devastadores,
con la guitarra acústica, marcando un nuevo hito neurasténico en el disco. Aunque finalizará en un maelstrom de dobles bombos
y guitarras sucias -como debe ser- destructor. Y llorar, Sol, el grito de un ahogado en la negra noche.
Perfecto para abandonar la escucha en los últimos minutos de Exulcerate entre ruidosos drones que dan paso a un solitario piano.

Otro de los discos imprescindibles en un año, hasta cierto punto, pacato para el black desmoronado.

Myspace de Miserere Luminis... cuadros de Repin, Alfred Kubin e imagen los restos de la supernova N49 de wikipedia.


    El abismo de tus ojos, llenos de ideas horribles,
    produce vértigo, y los cautos danzantes
    no mirarán sin una náusea amarga
    la sonrisa inmutable de tus treinta y dos dientes


    Las Flores del Mal - Charles Baudelaire

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