Red Hot Chili Peppers - Palacio de los Deportes de Madrid

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the dancer


Sorpresa de este humilde reportero de muzike cuando el jueves le advierten que sobra una entrada para ver a los Red Hot Chili Peppers. No esperaba asistir a este concierto, pero sería una primera experiencia tanto con la banda como con el Palacio de los Deportes de Madrid tras su reapertura.

Los nervios se iban apoderando de un servidor según avanzaba el día. Muzike no pudo presenciar a los teloneros y entró pasadas las 21:30 horas, el Palacio es grande y nos costó encaramarnos a las butacas que teníamos, bastante arriba y alejadas de la esquina derecha del escenario, de lo que sería luego la oreja derecha de Flea, ese loco entrañable.
Al principio estuvimos dudando de qué tal sería la acústica del sitio y cómo lo escucharíamos desde allá arriba. Nos planteamos un posible abordaje de la pista, pero había mucho agente Smith con linterna en mano y ya nos estamos haciendo viejos para ese tipo de misiones arriesgadas.
No tuvimos que esperar mucho tiempo para comprobar la acústica, inmejorable, todo el Palacio suena estupendamente, ahí sí que hay que reconocer un trabajo bien hecho. Guitarrista, bajista y baterista salieron a escena pasados diez minutos de las diez de la noche, todo bien, espera cortísima. Kiedis se hizo de rogar un poco más, mientras sus músicos ya tenían las cuerdas y baquetas calientes interpretando los primeros compases de "can't stop" con la que abrieron su setlist.

Gratísima sorpresa verles en directo, verles moverse en el escenario, todo un espectáculo. De acuerdo que llevan haciéndolo veinte años, pero es que es impresionante, que descarga de energía. El cantante se vuelve loco, empieza a botar y a girar sobre si mismo, y con los pasos medidos para y engancha la voz entrando en el momento justo, clavándolo, todo profesionalidad y locura mezclada a artes iguales. Las cámaras que grababan la actuación y retransmitían las imágenes por las cuatro pantallas móviles gigantes instaladas detrás del escenario no sabían donde parar o con qué detalle quedarse, iban alternativamente y a toda velocidad de la cara y los gestos de Kiedis a los dedos Flea percutiendo las cuerdas de su bajo, a las baquetas de Chad y a la apostura de Frusciante. Y cayó el nuevo single como segundo tema del set, interpretación impecable de "Dani California" y entrega total por parte del grupo en la interpretación. Pelillos de punta con el "Scar Tissue" que lo siguió. Iban dando un repaso a toda la última parte de su carrera, sobre desde el Californication a esta parte. Temazos como el "Right on time", "Throw away your television", "Don't forget me", "Right on time", "Otherside", o la propia "Californication" que hizo estremecer a un público entregado ya hacía rato. Del último trabajo Stadium Arcadium, pudimos ver, aparte del single, los directos de "Snow" y yo me quedo con el brillante directo de "Torture me" que volvió a levantar el vello de un servidor. También tuvo hueco el viejo estilo, los antiguos hits de la banda, que no sería nada sin temas como "Give it away" o "My friends". Y es que tienen ya unos cuantos años estos californianos, pero siguen con las mismas fuerzas que en sus comienzos, un ritmo trepidante durante todo el concierto. Sólo hubo una especie de parón, pero fue para un momento íntimo entre Frusciante y el público, cuando sus compañeros dejaron sus respectivos sitios, se fueron hacia atrás y se apoyaron tranquilamente en los amplis mientras contemplaban como Frusciante tocaba y cantaba en solitario el "How deep is your love" de los Bee Gees, y es que el guitarra no hace los coros por casualidad, es que canta muy, pero que muy bien también, todos nos quedamos muy sorprendidos. Kiedis, que no paró en todo el concierto, y que en un momento del cual incluso se sentó a la batería de donde lo tuvo que echar Chad Smith a empujones y patadas en el culo entre risas, cuando volvió a coger el micro tras el momento íntimo de Frusciante estuvo bromeando con él preguntándole si quería seguir él solo.

Después volvió el torbellino chili, los temas siguieron cayendo hasta que se despidieron diciendo lo mucho que nos amaban. A todo esto, Flea, que tampoco paró en todo el concierto, llegando incluso a tocar mientras gateaba, nos gritó a todos lo mucho que nos quería, lo que le molábamos y con esa voz chillona nos dijo una cosa que a todos nos dejó algo parados. Bueno, la gente, como siempre a todo lo que dice el grupo grita, porque en general no lo entienden. Tampoco queremos ir a muzike de listillos, pero yo entendí que después cuando acabara el concierto él (Flea) se iba a coger una moña que se iba a cagar en los pantalones y que todos debíamos hacer lo mismo. Y el compañero que me proporcionó la entrada le entendió que unas horas antes del concierto no sabía qué le había pasado, pero que se había cagado en los pantalones. Ya sé que no tiene nada que ver, pero es que entender al colgao del Flea, no es moco de pavo, con esa forma de hablar que tiene, el caso es que lo que sí entendimos perfectamente fue el "I shit my pants" mientras se ponía la mano en el culete como palpándose. Yo me fío más de lo que entendió mi colega antes de lo que pude entender yo, pero bueno, ahí queda eso, a ver si alguien nos aclara qué es lo que dijo exactamente, ya sabéis, utilizad los foros joder!!! :P
Agradecieron y se largaron, pero claro, quedaba el bis. Y salieron, cayeron los clásicos, yo sólo criticaría el "Give it away" algo bajo, como sin ganas, yo entiendo que la banda puede estar muy cansada del tema, pero es que a la gente le hace mucha ilusión escucharla en vivo, y a alguien como yo que nunca los había visto, pues no os voy a contar...
El bis fue raro, porque Kiedis se fue definitivamente cuando tocaron sus temas de rigor mientras que los tres instrumentistas se quedaron haciendo una jam muy especial.

Todo un conciertazo, yo sólo criticaría la duración de los conciertos de grandes bandas últimamente, que parece que se tiran el pisto y dan grandes conciertos, pero no, no son tan grandes. Pagar 37 eurazos para que toquen una hora y media, no me parece suficiente por muy bien que lo hagan y muy grande que sea la banda, que menos que dos horillas. Habrá quien defienda que el concierto duró una hora y tres cuartos, bien, pero aún así... no sé, últimamente se me hacen todos los conciertos muy cortos, y cada vez son más caros, en fin, que ahí lo dejo, ya sabéis dónde podemos discutirlo, ¿que no lo sabéis? Pues en los foros hombre, en los foros, allí os esperamos con los guantes puestos y los dientes apretados.

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