Happy Birthday Nooirax Liar Festival

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the dancer

Nosotros somos incapaces de contar lo que se vivió el pasado jueves en Ritmo y Compás, así que será el público asistente el que contará los hechos.

Declaraciones tomadas a los testigos de aquella fría noche de enero nos dejan testimonios espeluznantes:

Marta (59 años), todavía con cara de susto, se refería al incidente con los siguientes términos:
    - Madre mía, madre mía, yo que estaba entusiasmada viendo la actuación de estos chicos tan majos de If Lucy Fell, cuando vi a una pobre e indefensa chica jugando con un perro de peluche en las manos y a cuatro tipos salvajes que se abalanzaban sobre ella intentando arrebatárselo por la fuerza. Aquello me dejó indignadísima, pero qué bestias, si ya lo decía yo, que estos melenudos no tienen vergüenza, y a una pobre chica…



Felipe (21 años) reconocía que:
    - Había unos notas montando el pollo allí con una niña y un peluche y claro, me metí, que a mí el jaleo me mola mogollón, y cuando estaba en to’ el fregao, pasó por detrás mía un tío corriendo y berreando, y cuando me di la vuelta pa’ ver qué pasaba me encontré atao por un cable que tiraba de mí hacia el escenario, el colgao de los berridos nos había atrapao con el cable y tiraba de nosotros con el micro, qué movida tío, que mal rollo, qué mal están estos cantantes portugueses…



Teresa (19 años) nos contaba que:
    - Yo no me puedo quitar de la cabeza la abominable imagen de un grupo de tíos raros dando extraños brincos y saltitos hacia delante y atrás a la voz de “¡¡Jaaarrrlll!!” durante el show de Tinnitia... la cosa es que me recordaban algo, algún personaje que me contó mi hermano mayor que hubo en la tele hace tiempo, pero no caigo quién era...


Alberto (33 años) nos hablaba así de los hechos:
    - Los dos momentos más brutales que recuerdo de la noche fueron salvajes. Ahí durante el concierto de Reznik, que estaba siendo una pasada, no sé que le dió a uno, que lo agarraron entre un montón de gente y lo mantearon y lo lanzaron por los aires. Algo escuché de que era su cumpleaños o no sé qué de un tal “Norias” o algo así, pero el caso es que no se sabía si lo que querían era mantearlo o estamparlo contra el suelo y desgraciarlo pa’ to’ la noche, pero es que con tanto jaleo de tanta gente como había allí metida, tampoco pude enterarme de más. Sólo sé que luego se repitió el manteo durante el último concierto y ahí sí que lo tiraron, que ya había menos gente y lo pude ver mejor. El otro momento burro que vi sí que fue la hostia, hubo un pressing catch de un tía a otra, que lo flipé, acababa de montarse una tangana muy rara ahí entre unos cuantos tíos y el cantante de If Lucy Fell que creo que les agredió o les ató o no sé lo que hizo y de repente, boom, una tía haciéndole un suplex a otra y las dos rodando por el suelo, y yo me esperaba un concierto burro, pero se superó, me lo pasé teta tío.



Christian (27 años) sentenciaba orgulloso:
    - Hubo arranques intensos contrapesados con toda la lógica tragicómica del mensaje ulterior de enfrentamiento al orden económico y social y sus supra-estructuras de justificación extemporéana y oligoelemental.


Juan (18 años) opinaba lo siguiente:
    - A mí, si me permite, me gustaría hacer un inciso y romper una lanza a favor de los grupos que actuaron. Sí, todos sabemos que el rock es una música del demonio y que yo fui allí a intentar salvar algunas almas del infierno al que se están conduciendo, pero he de decir que los jóvenes que actuaron sobre el escenario, ni escupieron, ni se quitaron la ropa ni defecaron sobre el público, tal y como me habían advertido mis padres de lo que podía esperar en esta dura misión de evangelizar al joven prójimo. Sí, es cierto que algunos gritaban mucho, gesticulaban y a veces decían palabras malsonantes, pero me gustaría mencionar a uno de los cantantes, sí uno con perilla que me cayó especialmente simpático, por los movimientos extraños y divertidos que hacía, así como si fuera un mimo o un robot.



Sequence the Silence resumían:
    - Alex tío, te lo curras un huevo, menudo conciertazo el de ayer. Tú sí que sabes celebrar un cumpleaños a lo grande. Los Tinnitia me dejaron tieso, dan ganas de jubilarse despues de verles tocar... Gracias por impregnarnos con tu espíritu y esperamos estar en la fiesta de tus 28 dando el callo. Saludos desde el Silencio!



Pablo (27 años) nos psiqui-comunica:
    - Siguiendo la línea tradicional de la mística europea, reventaron estructuras y tuneles de realidad a mazo.


Carmen (25 años) se quejaba:
    - A mí es que todavía me duele el cuello, el final de la noche fue la caña, todo el final del concierto de If Lucy Fell no pude parar de embestir el aire con mi cabeza al ritmo de estos lisboetas, así estoy todavía, que tengo unas agujetas en la chepa... madre mía cómo tocaron, y qué loco el Makoto este, que parecía de goma.
    (…)
    Luego lo que menos me gustó fueron el grupo de orcos raros, que no le dejaban a una bailar, porque de repente sonaba a jazz y de repente a metal y de repente a charanga y de repente no tenía ritmo, y cuando le estaba pillando una el gusto a un ritmo y se disponía a bailar lo cambiaban y la música iba a toda pastilla y ya no podías bailarla, y lo único que te quedaba era dar un salto hacia arriba exclamando “¡¡Jaarrll!!” No como los Tao y los Reznik, que entiendo la letra de las canciones y puedo tararearlas mientras las bailoteo, qué buenos son, qué buenos son, cómo me gustó eso que cantaban de “¡¡Top of Nothing muzike!!”, qué bien me lo pasé.



Marisa (28 años) ponía caras raras mientras nos decía que:
    - Yo lo único que se me quedó grabado fue al final de la noche, un tío sentado en el suelo en un rincón llorando mientras abrazaba lo que parecía una camiseta roja… la gente está fatal, de verdad…



Bob (edad desconocida) resumía así los hechos:
    - Buahh... digo... wan! wan! me lo pasé teta, primero con mi nieto, y luego en el concierto de if lucy fell, joder, hacía tiempo que no me meneaban así, me recordó a los tiempos de Etxalar y los conciertos de "...Y Bob" pura locura tío...


    ¿Las heridas? Nah... si tengo totalmente cerrados las terminaciones nerviosas del dolor, esto me lo arreglan en un periquete y a ver si me llevan a más conciertos llenos de tías locas como aquella...



Felicidades!


Nota del politburó: Como muchas de las fotografías se acaban reduciendo demasiado para que quepan entre estos apretados muros, hemos decidido irlas publicando en galerías bajo licencia GPL para que puedan ser disfrutadas, guardadas como recuerdo, distribuidas o alteradas. Siempre y cuando se publiquen a su vez con la misma licencia, mismos derechos, y se reconozca la autoría de muzike.org (y se invite a visitar nuestra página mwahaha). Podéis ver un espartano experimento en esta galería.

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