Ministry - Rio Grande Blood

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Llegas a tu casa, pones el disco, te enciendes un cilindro niconítico, le das al play y escuchas la voz de George W. Bush (sí sí, su voz)...


He adoptado sofisticadas tácticas terroristas

Y soy un hombre peligroso peligroso,

Con armas peligrosas peligrosas.

Quiero drenar los recursos del carbón en América

Y las fuentes extranjeras de petróleo crudo.

Y soy un brutal dictador

Y soy malvado....



... Y empiezan a temblar los cimientos de tus tímpanos... :-o Oh sí... OH sí... Al ... gracias por tu terremoto... pero que grande eres.

Nos tenemos que remontar a 1983 para encontrar el debut de Ministry, efectivamente, por aquel entonces “Oh Rey” Trent Reznor todavía soñaba con salir en alguna peli Michael J. Fox. Lo increíble de todo esto es que 20 años después, el padre (o uno de ellos) de la música industrial, sigue sacando discos con más músculo e intención que muchas bandas noveles.

Por la formación de Ministry han pasado un total 36 músicos, el grupo ha sacado a la calle 10 LP’s además de una infinidad de singles , compilaciones y remixes, han tocado en grandes festivales, han triunfado en las listas de ventas en unas ocasiones y han fracasado estrepitosamente en otras, han sido polémicos y nominados a los Grammys. Con ese bagaje, el líder y pieza central de la banda Al Jourgensen tenía todos los ingredientes para editar un disco insustancial, sacarse unos dollares y seguir envejeciendo como mito. Pero no, escuchando el disco da la sensación de que al señor Jourgensen le importa tres pepinos la escena musical, tocar en el Offzest o que hablen de él, vive y crea música en su averno industrial sin plantearse insustanciales consecuencias laterales.

Así es Rio Grande Blood, los Ministry de la última etapa en estado puro, sin miramientos. Lo interesante es que no se puede interpretar como un inmovilismo, porque el disco desprende tanta pasión que los temas parecen casi vomitados. Todo ello por supuesto respaldado por unas letras (y una música) cargadas de contenido político. Pero ojo, no hablamos de mensajes crípticos, aquí no hay nada que interpretar, es un descarado ataque a la administración Bush y a todo lo que ésta supone.

La portada del disco es clarificadora, resulta de lo más impactante ver que un grupo yanki con cierta repercusión mediática se permite el lujo de decorar su CD con una imagen de George W. Bush crucificado.

Pero vayamos al grano, tras la impactante intro comienza el salvaje tema inaugural de Rio Grande Blood (de mismo nomre) que ya nos indica como se van a desarrollar los 9 cortes. Una mezcla 100% Jourgensen de música industrial y trash loco, duro, durísimo, con una mala leche difícilmente igualable por otros grupos. Los riffs son terriblemente contundentes y en ocasiones rapidísimos (en plan Kerry King incluso). Mención aparte merece la sección rítmica, de la que se encargará el gran Joey Jordison de Slipknot (ver este vídeo) durante la gira. Las secuencias machaconas aderezadas con momentos de dobles bombo son todo un despliegue de contundencia. Transcurrida la mitad de la primera canción nos deleitamos con un excelso momento de baterías secuenciadas al que sigue un veloz sólo que no se sabe muy bien si sale de una guitarra, un teclado, o algún tipo de flauta medio oriental, como dijo una vez un enano minero... me hierrrrve la sangree.

Aunque no tengo intención de pararme en todos los temas, me es difícil evitar soltar un guiño a la canción que sigue, “Senor Peligro”, homenaje a Hugo Chavez y al “problema” Venezolano, cantada por supuesto en estilo cyber-death. Llegado el momento suena voz que en español dice en una especie de mitin:

El Presidente Bush es un Asesino!
No cambieremos sangre por aceite!
Gente muriendo por el amor del dinero!
Apoyarlo es echar mas gas para el fuego
Preparese para el Señor Peligro!
Mentiroso! Asesino!
.

Versos que suenan sobre una cabalgada baterística que enlaza otro turbo-solo, todo ello sacando la cabeza de entre una amalgama de ruido.

Y qué importante es el ruido para Minsitry y qué bien lo controla... esa sensación continúa de estar en medio de caos enfermizo y perjudicial para la salud mental. Una persona muy observadora me dijo “esto suena a guerra”, y es precisamente eso, tú en tu trinchera mientras Al te recrea un escena de destrucción bélica-metálica-insdustrialoide.

ánimo Evo... acabemos con mister dannngeer


La desinhibición conceptual de las letras es francamente impactante, personalmente no me había topado con un disco tan abrasivo y directo en muchísimo tiempo, especialmente si tenemos en cuenta que hablamos de una formación norteamericana. Gangreen arremete contra los marines estadounidensen. Jourgensen se marca un “M16’s for Jesus Christ Humpin’ my rifle like I hump your wife” y se queda tan pancho.

Así todo el disco, sin descanso, sin licencias, sin parones, no encontraréis ni un momento de medio-tiempo, ni una letra suave, ni un respiro. No hay hueco para los miramientos entre las campanas, las sirenas apocalípticas, los riffs produce-artrosis y mensajes del tipo “Yo nunca tuve miedo de Sadam Hussein”.

Genial “LiesLiesLies” con un maravilloso pasaje casi-doom (bonito y todo :-o) que es lo mejorcito del disco. En este caso el objetivo es el 11 de Septiembre: ¿De verdad todavía creeis que un avión derribó el World Trade Center? (risas) ¿nadie ve un problema en esto?

y el estribillo ya es el acabose

“estoy en una misión que nunca olvidaré, 3000 personas con la que nunca me he encontrado, queremos respuestas y todo lo que tenemos es mierda acerca de amenazas terroristas, mentiras mentiras mentiras “. No dejan títere con cabeza.

Prácticamente no hay ningún tema en el que no aparezca Bush, y no sólo en las letras, es que su voz es un sample más que seuna una y otra vez, en ocasiones de la forma más cómica como en Yellow Cake.

En definitiva estamos antes una obra grandiosa, fresca y además ajena a tendencias, que logrará satisfacer tus ansias de potencia y ruido, que te costará escucharla del tirón la primera vez si no estás acostumbrado al submundo Ministry ;). Alabemos a Al Jourgensen, que a sus 48 años y con su conocida adicción a las sustancias tóxicas (le habrán dado superpoderes?) le queman las entrañas y sigue ofreciéndonos discos que sin ninguna pretensión son un puñetazo de pasión y autenticidad.


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